“Doy las gracias a Dios que me ha permitido realizar este viaje, deseado desde hace tiempo”, dijo el Pontífice.
Redacción (08/02/2023 12:40, Gaudium Press) En la Audiencia General de hoy, el Papa Francisco quiso revivir los momentos más significativos de su reciente viaje a África, el Viaje Apostólico No. 40 del actual Papa.
“Doy las gracias a Dios que me ha permitido realizar este viaje, deseado desde hace tiempo”, dijo el Pontífice, de su visita a la República Democrática del Congo y a Sudán del Sur, países que visitó desde el 31 de enero hasta el 5 de febrero.
“Visitar al pueblo congoleño, custodio de un país inmenso, pulmón verde de África, junto a la Amazonia, son los dos pulmones del mundo. Tierra rica de recursos y ensangrentada por una guerra que no termina nunca porque siempre hay quien alimenta el fuego. Y visitar al pueblo sudsudanés, en una peregrinación de paz junto al arzobispo de Canterbury, Justin Welby y al moderador general de la Iglesia de Escocia, Iain Greenshields”, dijo Francisco.
De su visita al Palacio Presidencial congoleño Francisco destacó algunas líneas esenciales del discurso que desde ahí dirigió a la nación el 31 de enero:
“El Congo es como un diamante, por su naturaleza, por sus recursos, sobre todo por su gente; pero este diamante se ha convertido en motivo de contención, de violencias, y paradójicamente del empobrecimiento del pueblo. Es una dinámica que se encuentra también en otras regiones africanas, y que vale en general para ese continente: continente colonizado, explotado, saqueado. Frente a todo esto he dicho dos palabras: la primera es negativa, ‘¡basta!’, ¡basta de explotar África! La segunda es positiva: juntos, juntos con dignidad y respeto recíproco, juntos en el nombre de Cristo, nuestra esperanza, ir adelante. No explotar y caminar adelante siempre”.
El día 3, en los dos países
Del encuentro habido con los Obispos de la Conferencia Episcopal Congoleña, el 3 de febrero, Papa resaltó que ahí compartió “la alegría y la fatiga del servicio pastoral. Les invité a dejarse consolar por la cercanía de Dios y a ser profetas para el pueblo, con la fuerza de la Palabra de Dios, a ser signos de su compasión, su cercanía, su ternura. Son tres modos como el Señor hace con nosotros: se hace cercano, con compasión y con ternura. Esto les he pedido a los sacerdotes y a los obispos”.
Ese mismo 3, en la tarde, el Pontífice ya se encontraba en Yuba, capital de Sudán del Sur, y ahí se dirigió a las autoridades y la sociedad civil: El Papa “los invitó a decir con decisión ‘no’ a la corrupción y al tráfico de armas y ‘sí’ al encuentro y al diálogo. Y esto es vergonzoso, tantos países llamados civilizados ofrecen ayuda a Sudán del Sur, y la ayuda consiste en armas, armas, armas para fomentar la guerra. Esto es una vergüenza. Ir adelante diciendo no a la corrupción y al tráfico de armas y si al diálogo. Solo así podrá haber desarrollo, la gente podrá trabajar en paz, los enfermos curarse, los niños ir al colegio”.
Francisco invitó en la Audiencia a que, en la República Democrática del Congo y en Sudán del Sur, y en toda África, broten semillas de su Reino de amor, de justicia y de paz.
Con información de Vatican News
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