En la audiencia general Papa recordó que la caridad es amor divino

Un amor que lleva a amar al prójimo como Dios lo ama.

Foto: Vatican media

Redacción (15/05/2024 12:33, Gaudium Press)  Hoy, en la audiencia general de la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco habló de la caridad, en su secuencia sobre las virtudes cardinales y teologales.

“El amor es paciente, es servicial; el amor no es envidioso, no hace alarde, no se envanece, no procede con bajeza, no busca su propio interés, no se irrita, no tienen en cuenta el mal recibido, no se alegra de la injusticia, sino que se regocija con la verdad. El amor todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. (1 Cor 13,4-7)”, dice San Pablo en la primera Carta a los Corintios.

San Pablo se dirige a una comunidad cristiana que vive contrastes y disputas, “hay quienes pretenden -dice- tener siempre razón y no escuchan a los demás, considerándolos inferiores”, afirmó Francisco.

“Probablemente todos estaban convencidos de que eran buenas personas, y si se les preguntaba por el amor, responderían que el amor era ciertamente un valor muy importante para ellos, al igual que la amistad y la familia. Incluso hoy en día, el amor está en boca de todos; está en boca de tantos influencers y en los estribillos de tantas canciones. Hablamos mucho de amor, pero ¿qué es el amor?”, continuó Francisco.

Pero San Pablo teme que entre los cristianos de Corinto falte la virtud de la caridad, ese “amor que viene de Dios y se dirige a Dios”, y que al mismo tiempo nos hace capaces de “amar al prójimo como Dios lo ama”.

“Este amor, por Cristo, nos empuja donde humanamente no llegaríamos: es amor por los pobres, por lo que no es amable, por los que no nos quieren y no nos agradecen. Es amor por lo que nadie amaría. Incluso por el enemigo. Esto es ‘teológico’, esto viene de Dios, esto es obra del Espíritu Santo en nosotros”.

“El amor es la ‘puerta estrecha’ por la que debemos pasar para entrar en el Reino de Dios”, dijo el Pontífice. En el ocaso de la vida seremos juzgados precisamente por este amor, es decir, por la caridad. En el ocaso de la vida escucharemos de nuevo las palabras de Jesús, concluyó el Pontífice: “En verdad les digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicieron”.