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El domingo será la marcha por la Vida en Francia. La expectativa es buena, pues el número de asistentes ha ido en aumento. Habla el presidente del evento.
Redacción (17/01/2025, Gaudium Press) En la inminencia de la Marcha por la Vida en Francia, que correrá por las calles de París el próximo domingo 19 de enero, estuvo en los micrófonos de Ligne Droite (canal independiente en internet) https://bit.ly/ArchivesLigneDroite Nicolás Tardy-Joubert, presidente y coordinador de esa iniciativa. La Marcha por la Vida-Francia, también se desarrollará en Lyon.
La expectativa de concurrencia a este evento es buena, habida cuenta que el número de asistentes ha ido creciendo año tras año. Además la próxima edición de la Marcha tiene un significado todo especial: justo en esa fecha, se cumplen 50 años de la promulgación de la ley Simone Veil, que abrió las puertas del aborto en el país galo. Es como la Roe vs. Wade de Francia.
La Marcha, como más o menos en todos los lugares del mundo donde se realizan análogas, reúne diversas asociaciones que, desde sus carismas y estilos particulares, se empeñan y contribuyen en la lucha contra la cultura de la muerte. Entre varias otras se encuentran la Fundación Lejeune, Vita, Rennaisance Catholique. El evento, es, pues, no solo una ocasión para manifestarse en favor de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural, sino también la ocasión para que los asistentes inicien su participación en algunas de estas asociaciones.
Algunos datos que impresionan
En su conversación con su joven entrevistadora, Tardy-Joubert aportó datos que realmente hacen abrir los ojos a quien los escucha.
Por ejemplo, dijo que en Francia, en un momento en que el gobierno quiere relanzar, probablemente a finales de enero, un proyecto de “fin de la vida”, hay 200.000 personas que serían hábiles para recibir cuidados paliativos y que no lo son, es decir centenares de miles de personas que sufren afectaciones físicas pudiendo no hacerlo, principalmente por inadecuación del Estado.
¿Las razones? Médicos poco formados en la materia, problemas de destinaciones presupuestarias, y ciertamente una mentalidad anti-vida subyacente. Tardy-Joubert recordó que ya hace muchos años el famosos escritor y político Jacques Attali había sentenciado que “la eutanasia va a ser un instrumento de la sociedad futura”.
Otros datos que horripilan son los referentes al aborto.
Ocurren al año 243.000 abortos en Francia, más del doble de los 100.000 que hay en Alemania, y muchísimos más que los 65.000 que hay en Italia.
Por cada 1000 nacimientos hay 360 abortos, es decir, 26% de concepciones terminan en aborto, haciendo indiscutible la afirmación de que el aborto se ha constituido en un método ‘fácil’ de planificación familiar, en contra de lo suscrito por Francia en tratados internacionales.
Desde la promulgación de la Ley Veil en 1975, entre 10 y 11 millones de niños que deberían haber nacido no lo fueron por causa del aborto, constituyéndose así, “en la matriz de la exclusión” de la sociedad francesa, algo no menor, en estos tiempos donde se cacarea hasta la saciedad la ‘inclusión’.
Cada año en Francia aumenta el número de niños que así mueren en el vientre materno, en un país que no solo ha ‘constitucionalizado el aborto’, sino que tiene una tasa de natalidad muy baja, de 1,62 niños por mujer.
Ante esas cifras aterradoras, ¿qué esta haciendo el Estado francés “en el plano político para ayudar a las mujeres y a las familias a criar y a cuidar a los niños”?, se pregunta Tardy-Joubert.
Esos datos, ¿no revelan sobre todo un fracaso de Francia en la preservación de la familia, en el cuidado de la vida humana, que necesariamente compromete su futuro?
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