El hecho ocurrido en el 2013, fue el inicio de un gran movimiento de piedad que hoy es conocido en muchos lugares.
Legnica – Polonia (11/06/2020 17:28, Gaudium Press) Aún en nuestros conturbados tiempos, Dios no deja de regalarnos con milagros maravillosos que tornan casi patentes verdades de fe, como por ejemplo la de su presencia real en cuerpo, sangre, alma y divinidad en la hostia consagrada.
El siguiente hecho ocurrió en la católica Polonia, el día de Navidad de 2013.
Ese día, en la misa de Navidad, una hostia cayó al suelo y en seguida fue recogida y colocada en un recipiente con agua, como mandan los procedimientos de Iglesia.
Sin embargo, pocos minutos después, manchas rojas aparecieron en la hostia, según narra el P. Andrzej Ziombra, párroco de San Jacinto, donde ocurrieron los hechos prodigiosos.
Músculo cardiaco
Conocedor de lo que estaba ocurriendo, el entonces obispo de Legnica – que queda al suroeste del país eslavo – comisionó un estudio científico de la hostia. Ya en febrero de 2014, es decir dos meses después de los hechos, un pequeño fragmento de la hostia fue analizado por dos departamentos médicos de universidades.
“En una detallada investigación histopatológica, bajo microscopio, se encontró un fragmento de músculo cardíaco en agonía”, dijo el P. Ziombra a EWTN News. También fue hallada una secuencia de ADN.
La Congregación de la Doctrina de la Fe aprobó la veneración de la Hostia de Legnica en el año 2016.
A raíz del hecho milagroso, ha surgido un gran movimiento de piedad en torno a la hostia, que incluye curaciones milagrosas, amplias peregrinaciones de diversos lugares, y también significativas conversiones. Todo lo anterior está siendo documentado por el P. Ziombra para presentarlo después a la Santa Sede.
Peregrinaciones, de cerca, pero también desde muy lejos
A la parroquia están yendo peregrinos de toda Polonia a visita la hostia que está expuesta en un relicario en la iglesia de San Jacinto, pero también “hubo peregrinaciones de países de la lejana Asia, o aún de norteamérica, países cuyas personas han debido viajar muchos miles de kilómetros hasta este lugar”, dice el sacerdote.
De las muchas conversiones que se han operado con ocasión de la hostia milagrosa, el P. Ziombra recuerda particularmente la de una persona que no sólo se había alejado de la religión, sino que había incluso atacado la Iglesia.
Ocurrió 50 años después de su Primera Comunión. La persona dice que no sabía lo que le estaba ocurriendo: “No entendía su estado interior”. Hoy es un ardiente creyente. El P. Ziombra ha documentado otras “súbitas conversiones” en su parroquia. Él mismo declara que su vocación sacerdotal se ha profundizado con todos los eventos que allí ocurren.
“Un corazón agonizante fue encontrado en la Hostia consagrada… [Esto] sin duda ninguna enfatiza el carácter del sacrificio de Jesús”, afirma el padre.
Con información de Catholic World Report
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