La pareja siempre se consideró cristiana, pero fue sólo hasta que nacieron sus nietos, que emprendieron el camino hacia la iniciación cristiana.
Brisbane–Australia (14/05/2020 14:30, Gaudium Press) En medio de la crisis por la emergencia sanitaria que vive el mundo, hay noticias llenas de esperanza.
Una de estas noticias ocurrió en Australia con una pareja de esposos ancianos, que en medio de la pandemia se han hecho católicos.
La historia, narrada por The Catholic Leader, es de los abuelos Richard y Lynnette Sargeant, quienes con 48 años de casados y un permiso especial de Mons. Mark Coleridge, Arzobispo de Brisbane, fueron recibidos en plena comunión con la Iglesia Católica.
El hecho ocurrió el pasado 21 de abril durante una ceremonia privada en la Iglesia de San Patricio, en Beenleigh, en el contexto de la pandemia del Covid-19.
Se consideraban cristianos
La pareja siempre se consideró cristiana, pero fue sólo hasta que nacieron sus nietos –quienes son educados en el contexto católico–, que emprendieron el camino hacia la iniciación cristiana. Esperaban ser parte definitiva de la Iglesia Católica esta Pascua, pero parece que Dios tuvo con ellos nuevos planes.
“Antes del confinamiento y de los cierres y de todo eso, proyectábamos que lo haríamos en Pascua”, comentó el Señor Sargeant. Pero eso no ocurrió. Parecía que tendrían que esperar para poder recibir los sacramentos.
Por regalo de Dios, Mons. Coleridge permitió que los esposos recibieron los sacramentos de iniciación cristiana durante la celebración privada.
La Misa por televisión los animó
Si bien la pareja ha lidiado con el cáncer, ya que el Señor Sargeant lo padece desde hace unos años, fue solo 11 meses atrás cuando tomaron la decisión de estar en plena comunión con la Iglesia.
Y ocurrió en un momento de crisis, cuando la pareja comenzó a ver los servicios religiosos por televisión luego de que la Señora Sargeant sufriera una caída que le rompió el hombro, la pelvis y los huesos de la cadera.
La Señora Sargeant dice que se convenció de la verdad de la misa católica justamente luego de verla por los medios de comunicación.
“Lo que me gusta es que hay estructura, hay paz, hay suavidad y hay tradición (…) Se establecen reglas que conducen a Dios”, indicó.
Por lo pronto los esposos, ya como miembros de la Iglesia, continúan viendo la Eucaristía por televisión, pero ya anhelan poder participar, junto con su comunidad, en las celebraciones, que se esperan retomen para el mes de junio cuando culmine el confinamiento de la emergencia sanitaria.
Con información The Catholic Leader.
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