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Sor Mary Cornelia Nwaturuocha, de las Hermanas del Corazón Inmaculado de María Madre de Cristo, fundó la Asociación de Viudas de Santa Rita.
Redacción (18/10/2023, Gaudium Press) Las viudas y muchas otras personas en situación de pobreza en Nigeria han recuperado su dignidad humana gracias al trabajo de la Iglesia y de almas generosas como Sor Mary Cornelia Nwaturuocha. En África, si bien la mayor parte de las viudas se benefician de la protección, la previdencia y el apoyo de sus familias, muchas de ellas todavía enfrentan dificultades y malos tratos por parte de sus familiares. Algunas son abandonadas y rechazadas. Otras ven sus bienes ser injustamente confiscados por los familiares del marido fallecido.
Un emprendimiento nacido de los tormentos de la guerra de Biafra
Sor Mary Cornelia Nwaturuocha, religiosa del Instituto del Corazón Inmaculado de María Madre de Cristo, ha estado a la vanguardia de la pastoral de las viudas. Ella comenzó a ocuparse de las viudas a comienzo de los años 1970. Después de la guerra de Biafra en Nigeria, numerosas mujeres quedaron viudas. Desesperadas, algunas comenzaron a frecuentar el Generalato donde residía Sor Nwaturuocha. Ellas iban a pedir limosna. Un día, la situación crítica de una de ellas, explotada, encinta, con dos niños de poca edad entre sus brazos, impulsó a Sor Nwaturuocha a lanzar un programa.
La apertura del Tesoro de la Iglesia
Cuando Sor Nwaturuocha comenzó a tender su mano y a organizar a las viudas, muchas llegaron a ella. En la Diócesis de Port Harcourt (Warri), el Padre Emmanuel Edeh se comprometió a ayudarlas. Para sostener el apostolado naciente, juntos lanzaron una revista que bautizaron “La tienda de los pobres”, que se después se llamaría “El tesoro de la Iglesia”, por consejo de Mons. Edmund Fitzgibbons, entonces Obispo de la Diócesis. Después de Port Hartcourt, el proyecto se extendió a la Diócesis de Nsukka y particularmente a Adani. Las viudas de esa localidad se han beneficiado ampliamente de los cuidados y del apoyo de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María Madre de Cristo, de varios obispos, sacerdotes, particulares y de personas de buena voluntad.
Multiplicación de las asociaciones de cooperación y ayuda para las viudas
La sociedad nigeriana se ha vuelto más sensible a los sufrimientos de las viudas. En las parroquias y otros lugares, la situación de ellas ha mejorado mucho. Allí se les da alimentación, abrigo, artículos de aseo, ropa y medicamentos. En la Diócesis de Orlu, donde la Asociación está presente en 50 parroquias, la Diócesis construyó un centro para las viudas. En ese centro, las viudas se reúnen regularmente para rezar y apoyarse mutuamente. Es su lugar de seguridad. Sor Nwaturuocha publicó un libro titulado Las viudas en nuestra sociedad y lo distribuyó a todos los obispos de Nigeria. Como resultado, actualmente hay instituciones de ayuda a las viudas en varias Diócesis del país.
Otras iniciativas en la Diócesis de Maiduguri
Tras los problemas provocados por la insurrección de Boko-Haram en el noreste de Nigeria, numerosas mujeres quedaron súbitamente viudas y empobrecidas. Esta situación motivó al Obispo, Mons. Oliver Dashe Doeme, ordinario de la Diócesis de Maiduguri, a lanzar en 2014 un apostolado en favor de ellas, la Asociación católica de viudas y huérfanos de Santa Judith. El Obispo declaró que la asociación era una respuesta de la Iglesia a la situación crítica de las viudas.
Dirigiéndose a Vatican News, el Padre Francisco Arinze declaró que el cuidado pastoral de las viudas es ahora una norma en casi todas las parroquias de la Diócesis, añadiendo que el Obispo organizó asimismo talleres dos veces al año para las dos regiones de la Diócesis – Yobe y Maiduguri. El Padre Arinze reveló igualmente que la Diócesis puso a disposición pequeños préstamos con impuestos reducidos para sostener y dar autonomía a las viudas. Él reveló que la Asociación cristiana de Nigeria, en el Estado de Borno, encamina a las viudas y a los huérfanos la ayuda que recibe del gobierno en Pascuas y Navidad.
En cuanto a las Hermanas del Corazón Inmaculado de María Madre de Cristo, el apoyo a las viudas está ahora totalmente integrado en su apostolado. La Superiora General saliente, Madre Mary Claude Oguh, afirmó que el cuidado de las viudas se convirtió en uno de los medios en que ellas viven su carisma. (Con informaciones de Vatican News).
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