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Mientras que en las décadas pasadas eran sobre todo adultos luteranos los que se hacían católicos, ahora son los jóvenes los que se convierten.
Cardenal Arborelius
Redacción (14/08/2024, Gaudium Press) “La Iglesia católica en Suecia, en contraste con la tendencia eclesiástica europea, está creciendo”, expresa la Agenzia SIR, que constata como algo más de 20.000 católicos se han unido a la Iglesia en los últimos 10 años, sumando ahora un total de 130.000 miembros en el país escandinavo.
Göteborgs-Posten, en largo artículo, republicado en la página web de la diócesis de Estocolmo, compara la dinámica de la Iglesia alemana con la de la Iglesia sueca: la primera está en declive numérico (la cifra de abandonos publicada a principios de agosto es de 400.000 personas en 2023), que empieza a reflejarse en la economía y en las infraestructuras. Helena D’Arcy, redactora jefe de la revista sueca Katolskt magasin, señala que “la dirección liberal de la Iglesia en Alemania y la alta tasa de impuestos eclesiásticos» son factores clave en esta deserción masiva”.
Mientras que en las décadas pasadas eran sobre todo adultos luteranos los que se hacían católicos, ahora son los jóvenes los que se convierten, a menudo sin proceder de un entorno religioso.
Durante los últimos años la Iglesia en los países nórdicos ha asombrado por su valentía, claridad y parresía. Los obispos de la zona han sido muy claros en afirmar la doctrina de la Iglesia, también en materia de sexualidad, e incluso han corregido fraternalmente a sus hermanos alemanes, ya sea personalmente como la «estrella» sueca, el Cardenal Arborelius o colectivamente, advirtiendo no solo de la deriva sinodal, también del riesgo cierto de cisma.
Con información de Infocatólica
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