Se trata de Elche de la Sierra. Un día, hace varias décadas, 10 jóvenes salieron de su casa a escondidas, a preparar con viruta de madera unas avenidas.
Foto: Asociación Alfombras de Serrín, Elche de la Sierra
Redacción (27/06/2025, Gaudium Press) La tradición, contada por Almudena Martínez-Bordiú, en Aciprensa, se remonta a la noche del 28 de mayo de 1964, en el pueblo de Elche de la Sierra, Albacete (España).
Bajo la luz de la luna, 10 jóvenes salieron a hurtadillas de sus hogares, y cubrieron con virutas de colores las calles que al día siguiente recorrería la procesión del Corpus Christi.
Cual fue la sorpresa de la población, cuando a la mañana siguiente pudo contemplar las coloridas alfombras que decoraban las calles de este rincón de España. Estos chicos, sin saberlo, habían dado inicio a una de las tradiciones más arraigadas en Castilla la Mancha.
Andrea López, de la Asociación de Alfombras de Serrín en Elche de la Sierra, explicó a Aciprensa los detalles del origen de la iniciativa.
Ocurrió que Francisco Carcelén se encantó con las alfombras de flores que se realizaban en Barcelona, para la festividad de “La Octava del Señor”. Pero “en nuestro pueblo no había muchas flores, y abundaban las herrerías y las virutas. Francisco y sus amigos las pintaron y sin que nadie lo supiera cubrieron el pueblo, que se despertó lleno de colores”, expresa López.
Para las alfombras utilizaron entonces la viruta de los aserraderos cercanos, que tiñeron con las tintas que Carcelén usaba en su negocio de ropa. Con el tiempo cambiaron la viruta por serrín, más fino.
El año pasado, poco después de la Solemnidad del Corpus Christi, Carcelén murió, “por lo que este año es un homenaje especial para él”.
Para la fiesta del pasado domingo 22 de junio, los vecinos de Elche de la sierra se dividieron en 30 “peñas alfombristas”, que crearían los mosaicos de serrín con escenas religiosas y decorativas. “Cerca de 600 personas participan en la elaboración de estas alfombras, cubriendo las calles durante toda la noche con diseños que han sido preparados durante meses”, cuenta Andrea López.
El proceso
Foto: Asociación Alfombras de Serrín, Elche de la Sierra
El trabajo en las calles se distribuye de acuerdo a la posición del año anterior: “Primero eligen los tres ganadores del año anterior”.
“A mi peña nos toca este año en la plaza de la iglesia, es la primera alfombra, por lo que la responsabilidad es enorme”, agrega. “Primero delimitamos con tizas el perímetro y luego empezamos con el diseño. Solemos comenzar a las 6 de la tarde, pero las hora más difíciles son desde las 11 de la noche hasta las 8 de la mañana. No paramos en ningún momento, porque sino no da tiempo”, dice López.
Son los turistas quienes votan escogiendo el mejor diseño, para que la elección sea imparcial.
La tradición de las alfombras de colores ya existe de antaño en España, especialmente para la Semana Santa. De España, la iniciativa contagió a varios países de América Hispana.
Deje su Comentario