Presiones en todos los sentidos están recibiendo los obispos, que se balancean entre el vínculo con Roma y la creación de una Iglesia nacional.
Redacción (19/02/2024, Gaudium Press) Hoy inició la asamblea de la Conferencia Episcopal alemana, que iba a incluir en su agenda la aprobación de estatutos de un “Comité Sinodal”, el cual prepararía la creación del “Consejo Sinodal”, un “órgano interdiocesano consultivo y decisorio”, ente mixto clero-laicos que ejercería funciones de gobierno de la Iglesia, introduciendo así principios de democracia liberal en este ámbito, algo que no es católico. Además este Comité Sinodal seguiría adelantando la agenda del muy cuestionado Camino Sinodal alemán, en los puntos que no fue enteramente desarrollada, léase deriva en materia de moral sexual, sacerdocio femenino, celibato, etc.
Pero horas antes del inicio, el presidente del episcopado alemán, Mons. Georg Bätzing, advertía a sus hermanos que se retiraría del orden del día ese punto, “también debido a las próximas discusiones entre representantes de la Curia Romana y representantes de la Conferencia Episcopal Alemana”, según declaró el portavoz del episcopado Matthias Kopp.
¿La razón de que eso ya no se trate en la Asamblea del episcopado? Una carta, con fecha del 16 de febrero, de los Cardenales Parolin, Fernández y Prevost.
Expresaba la misiva que “el Papa Francisco nos ha pedido que reforcemos aún más, expresar algunas preocupaciones al respecto y dar algunas indicaciones que han sido puestas en conocimiento del Santo Padre y aprobadas por él”.
La Carta tiene en trechos un tonus amenazante, pues dice que el órgano que se piensa crear “no está previsto por el derecho canónico vigente y, por tanto, una decisión de la DBK (Conferencia Episcopal Alemana) en este sentido sería inválida, con las correspondientes consecuencias jurídicas”.
La Carta recuerda que el Vaticano ya se ha manifestado en contra:
“También se plantea la cuestión de qué autoridad tendría la Conferencia Episcopal para aprobar los estatutos. Ni el can. 455 CIC ni el art. 8 del Estatuto de la DBK proporcionan una base para ello, ni la Santa Sede ha emitido un mandato – al contrario, se ha expresado en sentido contrario. (…) Cabe señalar que el problema ya se había esbozado durante la última visita de la Ad Limina y, posteriormente, en la carta del 16 de enero de 2023 del Cardenal Secretario de Estado y de los Prefectos de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos, en la que se pedía expresamente, por mandato especial del Santo Padre, que no se siguiera adelante con la creación de dicho consejo”.
Además la Carta anuncia que una aprobación de los estatutos del Comité Sinodal sería causa del rompimiento de diálogos con Roma:
“A este respecto, el pasado mes de octubre se acordó conjuntamente que las cuestiones eclesiológicas abordadas por la Senda Sinodal, incluida la cuestión de un órgano interdiocesano consultivo y decisorio, serían tratadas con mayor profundidad en el próximo encuentro entre representantes de la Curia Romana y de la DBK. Si el Estatuto del Comité Sinodal se aprueba antes de esta reunión, se plantea la cuestión de la finalidad de esta reunión y, más en general, del proceso de diálogo en curso”.
Presiones de los “laicos” pero en diversos sentidos
Sin embargo, los Obispos alemanes no solo reciben presiones de Roma, sino también del liberal Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK), que por boca de su presidenta, Irme Stetter-Karp, ha enviado recado al episcopado de su país, diciendo que “la Iglesia católica en Alemania no tendrá una segunda oportunidad si detiene ahora el camino sinodal”. Dijo también que fueron los obispos quienes pidieron a los laicos iniciar con ellos el Camino Sinodal en el 2019, como quien dice que ahora deben ir hasta el final.
“Esperamos que Roma no socave la buena relación entre los obispos alemanes y la representación laica, sino que la valore y la vea como un recurso”, declaró la presidenta del ZdK.
Entre tanto, y pensando en la Asamblea que corre, el grupo Neuer Anfang (Nuevo Comienzo), pidieron a los obispos que reconsideraran su posición, que la premisa de que haya una supuesta “dimensión católica específica” del abuso sexual es falsa y que ha sido refutada por el estudio protestante sobre abusos, pues en los protestantes proliferan, y les advierten que la Iglesia alemana ha “perdido su sustancia espiritual, su relevancia intelectual y su luminosidad profética”.
Neuer Anfang reúne nombres tan importantes como la ex participante del Camino Sinodal Dorothea Schmidt, el teólogo Martin Brüske, el reconocido autor Berhard Meuser, entre otros, y tiene una proyección creciente en el laicado alemán.
En la situación actual, varios analistas afirman que el Vaticano se ha manifestado fuertemente contra la creación de esos órganos de gobierno laico-clerical, así como hacia algunas de las diversas derivas del llamado Camino Sinodal alemán. Entre tanto, esas advertencias no han pasado a sanciones concretas, las que declararían más fuertemente que las palabras los graves errores en los que están incurriendo la Iglesia alemana.
A continuación, el texto completo de la Carta, en versión de Infocatólica:
Querido Presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, queridos hermanos en el episcopado,
Del 19 al 22 de febrero se celebrará en Augsburgo la Asamblea General de la Conferencia Episcopal Alemana (DBK), en la que se votarán los estatutos del Comité Sinodal. Por tanto, consideramos necesario, como continuación del diálogo que ya hemos iniciado, que continuaremos en un futuro próximo y que el Papa Francisco nos ha pedido que reforcemos aún más, expresar algunas preocupaciones al respecto y dar algunas indicaciones que han sido puestas en conocimiento del Santo Padre y aprobadas por él.
Los Estatutos prevén que la primera tarea de la Comisión sinodal sea la constitución de un «Consejo sinodal »según los términos de la resolución de la Asamblea sinodal del Camino sinodal «Fortalecimiento de la sinodalidad: un Consejo sinodal para la Iglesia católica en Alemania» (art. 2 § 1). El párrafo 5 de la citada resolución autoritativa define el Consejo sinodal como un «órgano consultivo y decisorio» que asesora «sobre acontecimientos significativos en la Iglesia y la sociedad» y «sobre esta base toma decisiones fundamentales de importancia supra-diocesana sobre planificación pastoral, cuestiones futuras de la Iglesia y asuntos financieros y presupuestarios de la Iglesia que no se deciden a nivel diocesano».
Tal órgano no está previsto por el derecho canónico vigente y, por tanto, una decisión de la DBK en este sentido sería inválida, con las correspondientes consecuencias jurídicas. También se plantea la cuestión de qué autoridad tendría la Conferencia Episcopal para aprobar los estatutos. Ni el can. 455 CIC ni el art. 8 del Estatuto de la DBK proporcionan una base para ello, ni la Santa Sede ha emitido un mandato – al contrario, se ha expresado en sentido contrario. El proyecto de estatutos estipula además que «la Conferencia Episcopal Alemana y el Comité Central de los Católicos Alemanes (ZdK) asumirán la tutela del comité sinodal» (art. 1). Dado que la DBK no puede actuar como autoridad jurídica en el ámbito secular, sólo podría asumir tal función para el Comité sinodal a través de la Asociación de Diócesis Alemanas (VDD). Sin embargo, en el seno de la Asociación no se alcanzó la necesaria decisión unánime respecto al Comité Sinodal.
Cabe señalar que el problema ya se había esbozado durante la última visita de la Ad Limina y, posteriormente, en la carta del 16 de enero de 2023 del Cardenal Secretario de Estado y de los Prefectos de los Dicasterios para la Doctrina de la Fe y para los Obispos, en la que se pedía expresamente, por mandato especial del Santo Padre, que no se siguiera adelante con la creación de dicho consejo.
La aprobación de los estatutos del Comité sinodal sería, por tanto, contraria a la instrucción de la Santa Sede emitida por mandato especial del Santo Padre y le presentaría, una vez más, un hecho consumado.
A este respecto, el pasado mes de octubre se acordó conjuntamente que las cuestiones eclesiológicas abordadas por la Senda Sinodal, incluida la cuestión de un órgano interdiocesano consultivo y decisorio, serían tratadas con mayor profundidad en el próximo encuentro entre representantes de la Curia Romana y de la DBK. Si el Estatuto del Comité Sinodal se aprueba antes de esta reunión, se plantea la cuestión de la finalidad de esta reunión y, más en general, del proceso de diálogo en curso.
Nos gustaría que tuvieran en cuenta las observaciones aquí formuladas y confiamos en que se tengan en cuenta en el debate de la próxima reunión plenaria del DBK.
Unidos en la oración, les saludamos atentamente.
Firmado:
Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado
Cardenal Victor M. Fernández, Prefecto del Dicasterio para Doctrina de la Fe
Cardenal Robert F. Prevost, Prefecto del Dicasterio de Obispos
(SCM)
Con información de Infocatólica
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