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La ceremonia estuvo presidida por Dom Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, en la capilla de las Apariciones del Santuario de Fátima.
Redacción (28/08/2024 16:53, Gaudium Press) Con motivo del Año Sacerdotal celebrado en la Archidiócesis de Toledo, España, 700 peregrinos españoles (entre ellos 40 sacerdotes) se reunieron en el Santuario de Fátima, en Portugal , para consagrar la Arquidiócesis al Inmaculado Corazón de María. La ceremonia estuvo presidida por Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, en la Capilla de las Apariciones del santuario portugués.
Consagración al Inmaculado Corazón de María
Realizado entre el 19 y 24 de agosto, este evento diocesano anual fue organizado por la delegación Familia y Vida. Entre los ponentes estuvieron: el Arzobispo de Valladolid y Presidente de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Luis Argüello; la pareja formada por José Luis Gadea y Magüi Gálvez, iniciadores del “Proyecto Amor Conyugal”; y el profesor universitario Marcin Kazmierczak.
Durante estos días de encuentro en Fátima, los participantes del evento vivieron momentos de descanso, oración, fraternidad y formación. La culminación del evento tuvo lugar el 22 de agosto, festividad de Santa María Reina, cuando tuvo lugar la consagración al Inmaculado Corazón de María. La ceremonia se desarrolló dentro de una Santa Misa.
Vivir plenamente con los sentimientos del Corazón de Jesús
En su homilía, Mons. Francisco Cerro Chaves destacó que “¡la mejor manera de terminar este año dedicado a los sacerdotes es haciendo la consagración al Inmaculado Corazón de María! Decimos a Santa María Reina, con esta consagración que realiza toda la Archidiócesis de Toledo, con sus sacerdotes, religiosos y laicos, que queremos vivir para el Señor”.
“Esta consagración significa que queremos vivir plenamente los sentimientos del Corazón de Jesús y que queremos vivir nuestro Bautismo en comunión con la Iglesia. Con esta consagración nos proponemos evangelizar, decir a cada persona que encontramos en el camino de su vida: eres precioso para Dios”, concluyó. (EPC)
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