¿Está usted preparado para una guerra?

¿Qué haría si eso sucediera? ¿Está preparado para resistir, luchar y enfrentarse a todos los horrores que traen las sangrientas batallas?

Redacción (31/05/2022 08:33, Gaudium Press) Nací, crecí y envejecí escuchando a la gente decir que nunca habría una guerra en mi país, Brasil, porque somos un pueblo pacífico que acoge a todos y no se entromete en los problemas de nadie.

Con el aumento visible de la violencia doméstica, en el tráfico, en las escuelas y del ‘mata-mata’ que se han vuelto tan común con la expansión del comercio de armas, ya no estoy seguro de si Brasil es tan pacíficos. Pero entre pelear en casa y pelear en la calle hay una gran diferencia. Por ahora, estamos peleando en casa, como hermanos que se retan y se desafían, pero ¿y si nos invaden, cuál será nuestra reacción? ¿Sabremos luchar en un campo de batalla?

No somos belicosos, eso seguro, y si tuviéramos que tomar las armas para defender nuestro país, como han hecho los ucranianos, a excepción de los que se especializan en las escuelas de tiro, sería un desastre total, algo así como la hazaña del poeta Castro Alves, tan inexperto con las armas que, mientras participaba en una cacería de lo que hoy es Largo da Concordia, en el famoso barrio de Brás, en São Paulo, se pegó un tiro en el pie. En una carta, el poeta se lamentaba con un amigo: “Hace veinte días que estoy en cama, de un tiro que por casualidad me dí…”.

¿Guerra o película?

La absurda invasión de Ucrania, que provocó una guerra que ya va por su cuarto mes, dejó a todos asombrados, conmovidos, preocupados, hasta que se convirtió en un lugar común y nosotros, que estamos acostumbrados a todo, también ya estamos acostumbrados a la guerra y las inevitables consecuencias. que nos ha traído: el execrable aumento de los precios de los combustibles y los alimentos. ¡Basta ya de escenas de violencia! ¡El hit es la telenovela tal!

Como Rusia y Ucrania están muy lejos de nosotros y de nuestra realidad sudamericana –aunque nos hayan conmovido todas las atrocidades que seguimos en los noticieros o en las pantallas de nuestros celulares– aparte de la aprensión, ya envejecida, del inicio de una Tercera Guerra Mundial, todo parece demasiado lejano para que nos preocupemos, como una película de acción y violencia protagonizada por un galán de cine de lengua incomprensible llamado Volodymyr Zelensky.

Somos un pueblo bueno, cálido y hospitalario y no tenemos enemigos, no tenemos antecedentes de grandes guerras, ¿por qué alguien pensaría en invadirnos y hacer la guerra aquí, en nuestro paraíso tropical? Esto es tema de Europa del Este y Medio Oriente.

La selva amazónica y Elon Musk

Resulta que tenemos motivos de sobra para que nos invadan, y ese motivo se llama selva amazónica, también conocida como el pulmón del planeta – aunque un pulmón ya medio dañado que, como el pulmón de los fumadores, está siendo dañado lentamente por el humo de los incendios. . ¿O crees que el hombre más rico del mundo vino a Brasil solo para probar algunas delicias tropicales y conocer al presidente Bolsonaro?

“¡Claro que no!” pueden responderme, “Él vino porque quiere instalar unos satélites por aquí para ayudar a los niños pequeños de la zona rural que no tienen internet en las escuelas”. ¡No podemos ser tan ingenuos! No es porque ser un filántropo que Elon Musk se convirtió en el hombre más rico del mundo, sino porque es un hombre de negocios con una osada visión para los negocios y una forma de proceder no siempre tan ética.

Mientras estamos alentando al Presidente de la República para que haga negocios con el trillonario, esperando que instale una serie de satélites Starlink sobre los cielos de nuestro varonil Brasil, dándonos la oportunidad de tener internet de calidad a bajo precio, para que podemos ver más videos en Tik-Tok y compartir Fake News con mayor velocidad, no prestamos atención a eventos muy importantes…

Futuro de la vida en el planeta

Quizás estemos demasiado ocupados con todos nuestros problemas existenciales para darnos cuenta de que estamos en medio de una disputa sobre el futuro de la vida en el planeta.

El año pasado, Bill Gates, el número tres en la jerarquía de los hombres más ricos del mundo, se convirtió en el mayor propietario privado de tierras agrícolas en Estados Unidos tras comprar más de 100.000 hectáreas de tierras de cultivo.

Aunque para el mundo aboga por la agricultura autosostenible y la preocupación por los desastres climáticos, en la práctica es partidario de los monocultivos, habiéndose convertido en uno de los mayores productores de maíz y trigo de Estados Unidos.

El fundador de Microsoft gastó miles de millones de dólares en estas adquisiciones, además de invertir fuertemente en un sistema de almacenamiento de atmósfera controlada de última generación, con infraestructura de transporte de última generación y fácil acceso a energía hidroeléctrica de bajo costo.

Estas operaciones se realizan de forma discreta, tanto que este “lado rural” de Bill Gates solo ha salido a la luz recientemente. Hasta entonces, él era solo un inversor anónimo. Como en Estados Unidos no queda tierra por comprar y, en la otra parte del mundo, que lidera la producción de cereales -Rusia y Ucrania-, no es posible meter la cuchara, los ojos de lince de Mr. Musk, estratégicamente posicionados en su rostro astuto, recurren al activo más valioso del mundo actual: bosques, agua y minerales, abundantes en nuestra patria, aunque ni siquiera nos demos cuenta.

Por supuesto, no estoy diciendo que, en lugar de aterrizar en Marte, los cohetes de la expedición exploratoria del dueño de Tesla aterrizarán aquí, ni que hará la guerra contra nuestra nación pacífica, después de todo, a pesar de ser un billonario, él es un tipo de buena paz, que, según declara, no tiene ni casa y siempre se queda con amigos. Sin embargo, si nos hacemos amigos, nada le impide querer venir y quedarse aquí…

La gravedad es que no es el primero ni el único en extender sus tentáculos sobre nuestra biodiversidad y todas las inmensas riquezas que brotan de la tierra, los árboles y el mar. Los principales expertos mundiales han advertido sobre el riesgo de una gran escasez de alimentos. No te has olvidado de qué país “al plantarse todo da”, ¿verdad? ¿Has olvidado? Es bueno recordarlo, porque los que están en el poder lo saben muy bien y, si Musk hubiera venido aquí a hacer turismo, habría ido a Bahía o al Cristo Redentor.

Los guerreros de la virgen

Hay otro activo fundamental que tenemos, nuestra fe. Pero, lamentablemente, parece que también en esto nos estamos perdiendo, dejándonos llevar por noticias sensacionalistas de vehículos que no están de acuerdo en nada, pero se ponen plenamente de acuerdo cuando el objetivo es denigrar a quienes están verdaderamente dispuestos a defender los valores cristianos, el Evangelio y la la Iglesia y, a la vez, defender todo lo que es legítimo, justo y bueno.

Hace algunas décadas, un valiente llamado Plinio Corrêa de Oliveira gritó: “¡Tradición, Familia y Propiedad!”, y con él, sus seguidores y quienes los sucedieron, innumerables veces, fueron tildados de locos, ultraconservadores, fanáticos. Estas palabras, que generaron tanta polémica, no han sido bien entendidas hasta el día de hoy. Quizás lo sean antes de que sea demasiado tarde. Se desprecia la tradición, se destruye la familia y la propiedad puede, en la oscuridad de la noche, cambiar de nacionalidad.

¿De verdad cree que sería muy difícil ver una invasión armada de nuestro país y que todos seamos sorprendidos por una guerra?

¿Qué haría si eso sucediera? ¿Está preparado para resistir, luchar y enfrentarse a todos los horrores que provocan las cruentas batallas? Para que esto no suceda, no es comprar un arma e ingresar en un club de tiro lo que te hará un héroe, sino unirte a las filas de nuestra Generalísima, la siempre gloriosa Virgen, guerrera invencible y ayudante de todos nosotros.

Y los guerreros de la Virgen, los que forman parte de los batallones del Guardián del planeta, están siendo desterrados, perseguidos y atacados dondequiera que aparezcan, desde los cuatro rincones del mundo. Lo has visto pasar aquí y ¿qué haces, además de darle el beneficio de la duda a los enemigos de la fe, pensando en el fondo que donde hay humo hay fuego? ¿No estás apostando tus fichas al caballo equivocado, creyendo en noticias falsas y manipulaciones para ayudar a condenar a quienes, en una perspectiva inhóspita, pueden ser los únicos capaces de defenderte?

¡Nuestra Señora Auxiliadora, ruega por nosotros!

Por Alfonso Pessoa