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La Corte Interamericana estudia el caso de una ex religiosa a la que se retiró certificado de idoneidad para impartir clases de religión por su abierta convivencia homosexual.
Redacción (23/02/2021 11:43, Gaudium Press) La Corte Interamericana de Derechos Humanos estaría fallando en este 2021 un asunto que afectaría decisivamente la libertad religiosa.
Es el caso de Sandra Pavez, otrora religiosa a quien la diócesis de San Bernardo, en Chile, no renovó certificado de idoneidad para seguir impartiendo clases de religión en el 2007. La ex religiosa había hecho pública su convivencia con su pareja mujer.
Tras la decisión del obispado, Pavez demandó a la Iglesia por discriminación, demanda que fue rechazada por la Corte Suprema del país.
Pero después, ella llevó su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la cual le dio la razón, y ahora el tema se encuentra en la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Una amenaza contra la enseñanza cristiana
Evidentemente una decisión favorable a Pavez de la Corte, representaría un atentado contra la libertad religiosa, la libertad de educación y el derecho que los padres tienen a educar a sus hijos de acuerdo a sus convicciones, entre otros derechos.
Por ello la organización ADF International está desarrollando una campaña, por medio del site www.religionlibre.org, exigiendo a ese organismo interamericano que considere “todos los intereses y derechos envueltos, pues sabemos que lo que resuelva en este caso puede generar ramificaciones que alcanzarán el ejercicio y goce de nuestros derechos en los Estados que habitamos”.
La decisión de la Corte Interamericana afectará el que las escuelas religiosas puedan “procurar que sus educadores religiosos guarden sus deberes de fidelidad hacia la fe que voluntariamente dicen profesar”.
Asimismo el fallo influirá en “si los Estados respetarán el derecho de los padres a que sus hijos reciban una educación religiosa que sea acorde con sus convicciones”.
Por lo demás, “el derecho internacional” reconoce “la libertad de cada comunidad religiosa para escoger quien la impartirá [la enseñanza de la religión] en su nombre”, además del derecho de los padres a que sus hijos recibar una educación moral y religiosa de acuerdo a sus convicciones.
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