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El P. Hugo Valdemar reaccionó ante agresión blasfema de Luisito Comunica.
Redacción (24/08/2021 16:22, Gaudium Press) Es normal que el demonio ofrezca el mundo y sus oros a algunos para acceder a la fama. Y Dios permite que algo o mucho haga en esa línea, pero después, como mal patrón que es, el diablo cobra. Y no da la felicidad prometida.
Ayer un ‘youtuber’ famoso, el mexicano Luisito Comunica, publicó en su cuenta de Instagram una imagen del Sagrado Corazón a la que había cambiado el rostro por el suyo. (Recordamos el día que los Beatles dijeron que eran más famosos que Jesucristo. Hoy por hoy son cada vez menos famosos, y por el contrario Jesucristo es… bueno, es Jesucristo, aye , hoy y siempre, alfa y omega, principio y fin).
Al lado de la imagen falseada puesta por el ‘youtuber’ había una inscripción que dice, “Feliz Día Cracks”, y “Bendiciones para todos”. Se vuelven locos muchos que tocan la fama.
Pero para un sacerdote, la publicación de esa foto no es “algo creativo o chistoso”, es “diabólico”. Se trata del P. Hugo Valdemar, canónigo penitenciario de la Arquidiócesis Primada de México.
Para el presbítero, ese tipo de personas “no tienen fe o no la conocen, y por eso vandalizan con gran frivolidad lo sagrado”.
Instrumento estúpido de satanás
“Lo grave es que, sin darse cuenta, se convierten en instrumentos de Satanás para burlarse de Dios, presentando la publicación como algo creativo o chistoso cuando en realidad es diabólico”.
“Así el maligno se burla y ofende a Dios a través de la estupidez e ignorancia”, dijo.
Pero evidentemente esas ‘victorias’ del demonio son pírricas, y muchas veces contraproducentes para él mismo, pues como en este caso, la reacción en redes contra el youtuber ha sido muy grande.
Como recuerda Aciprensa, México fue consagrado dos veces al Corazón de Cristo en su historia. La primero fue el 11 de octubre de 1924, cuando ya se sufrían los rigores del liberalismo anticlerical, que dos años después detonarían la guerra cristera.
Y luego el 23 de junio de 2006, cuando en el cerro del Cubilete se renovó esta consagración por parte de los obispos mexicanos.
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