“María 2.0” ha recibido la comprensión de autorizados miembros de la Iglesia alemana.
Redacción (22/02/2021 09:35, Gaudium Press) Lo simbólico tiene un peso grande, que no siempre es comprendido, pero que normalmente causa su impacto propio.
Es por esto, que el grupo feminista que se afirma católico ‘María 2.0’, pegó ayer sus 7 tesis en catedrales católicas alemanas, a la manera de Lutero. No temer que las comparen con el heresiarca, revela mucho de qué es lo que quieren y para adónde van. Aunque muchos consideran un mito que Lutero haya clavado sus 95 tesis en la iglesia del palacio de Wittenberg, el hecho se considera como el inicio de la contestación del heresiarca a la Iglesia romana.
Las tesis de las feministas de María 2.0 son menos abundantes, son solo 7, pero más anti-católicas que las del monje apóstata agustino.
Piden una actitud apreciativa hacia la sexualidad autodeterminada, palabras más palabras menos la introducción de la ideología de género. Demandan la abolición del celibato obligatorio (¿por qué a las feministas les importa que un hombre voluntariamente se entregue totalmente al servicio de Cristo?), y una iglesia con justicia de género, en la que todas las personas tengan acceso a todos los cargos, traduciendo, sacerdocio femenino y de ahí por delante.
Exigen del episcopado alemán que comience a “abordar seriamente las reformas necesarias en la Iglesia católica y a dar testimonio de la voluntad de cambio con hechos”: es decir, rápido, están muy lentos.
Una comprensión no enteramente comprensible
Sorprende y no sorprende la reacción del portavoz de la Conferencia Episcopal alemana, Matthias Kopp, cuando expresó su comprensión a los pedidos de María 2.0: “Sabemos que se necesitan cambios. Por ello, la Conferencia Episcopal Alemana ha puesto en marcha el Camino Sinodal para seguir estas cuestiones”. ¿Cuáles cambios, los posibles, los necesarios o los imposibles?
Comprensión que también encontraron las feministas de María 2.0 en el obispo de Augsburgo, Mons. Bertram Meier, quien recibió con gusto las tesis feministas y se tomó una foto con ellas.
Y todo sigue caminando de esa manera en la Iglesia alemana bajo la tutela de su sínodo nacional, con eclesiásticos que dicen pero no dicen, que insinúan pero no declaman, pero donde todo parece apuntar a un rompimiento de una parte significativa de sus integrantes con el magisterio de la Iglesia.
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