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El gobernador relajó las normas de aislamiento después que los prelados desafiaran prohibición de Misas públicas.
Mons. Bernard Hebda, Arzobispo de San Pablo y Minneapolis. Foto: ARCHSPM
Minneapolis (26/05/2020 19:09:30, Gaudium Press) Los Obispos de Minnesota, Estados Unidos, obtuvieron una victoria tras denunciar que las normas de reapertura eran injustas hacia los creyentes. Los prelados afirmaron que celebrarían Misas públicas a pesar de que los actos de culto no habían sido incluidos en las normativas. Finalmente, el gobernador cedió, y emitió una orden para que permita el retorno gradual de las reuniones con fines religiosos.
Misas públicas para atender las necesidades de los creyentes
«Como ustedes saben, los Obispos católicos de Minnesota creen que la limitación previa sobre las reuniones religiosas a diez personas imponía una carga irracional sobre la capacidad de la Iglesia de satisfacer las necesidades sacramentales de nuestros fieles», expresó Mons. Bernard Hebda, Arzobispo de San Pablo y Minneapolis, en una carta sobre la decisión. Al permitir el retorno de otro tipo de actividades, «parecía a muchos que la vida de fe estaba recibiendo un tratamiento injusto», informó Catholic Herald.
El prelado celebró que el gobernador estuviera dispuesto al diálogo y a llegar a una solución al problema. «La nueva orden ejecutiva retira esta carga irrazonable sobre la Iglesia y nos permite llevar la Eucaristía, el alimento de la vida eterna, a nuestra comunidad». Los prelados retrasarán el retorno de las Misas públicas un día más, al 27 de mayo, para permitir la aplicación de los protocolos estatales.
La primera fecha de reapertura, el 26 de mayo, fue definida por los Obispos del estado de manera unilateral. Los templos tenían una restricción de sólo 10 personas desde el 13 de mayo, sin que se anunciara una fecha para ampliar ese número. Por este motivo los Obispos decidieron por su cuenta el inicio de una segunda fase en la cual los templos fueran llenados a un tercio de su capacidad. El porcentaje acordado con el gobernador en la nueva directiva fue un cuarto de la capacidad.
«Incluso con estas revisiones, esperamos que las parroquias que ya estaban planeando volver a congregarse el 31 de mayo, para la celebración de Pentecostés y la conclusión del tiempo de Pascua, todavía puedan hacerlo», comentó Mons. Hebda. Sin embargo, afirmó que es responsabilidad de los párrocos estar preparados para cumplir los protocolos de seguridad, condición necesaria para reabrir los templos.
Con información de Catholic Herald.
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