Esta tradición nació hace siete años, por iniciativa del capellán militar del Vaticano, quien consideró importante que estos jóvenes hicieran esta visita y oración en los lugares de salvación de la Madre Iglesia en Jerusalén.
Redacción (23/03/2023 15:53, Gaudium Press) Un grupo de doce miembros de la Guardia Suiza peregrinó a Tierra Santa, una tradición que nació hace siete años, por iniciativa del capellán militar del Vaticano. En ese momento, el sacerdote consideró importante que estos jóvenes, al servicio de la Iglesia y del Papa, hicieran esta visita y oración en los lugares de salvación en Tierra Santa.
Visita a los lugares más importantes de Tierra Santa
Durante su estancia en Tierra Santa, la Guardia Suiza visitó los lugares considerados más importantes de la región, entre los que destacan Jerusalén, Galilea, el desierto de Judá, Jericó, el lugar del Bautismo del Jordán y Belén, donde también tuvieron la oportunidad de visitar el Hospital Baby Caritas, un hospital infantil fundado por un donante suizo.
Fr. Alberto Joan Pari, secretario de la Custodia de Tierra Santa, que dirigió el grupo durante toda la semana, dijo que esta fue una experiencia muy importante y conmovedora para todos, incluido él. “Durante esta peregrinación con estos jóvenes, traté de imaginar cómo podría haber sido la vida cotidiana de los Apóstoles con Jesús. Me sentí en el lugar del ‘maestro’, porque juntos, todos los días, partíamos el pan -tanto la Eucaristía como la Palabra- en cada santuario que visitábamos”, dijo.
Profunda preparación antes de la peregrinación
Antes del viaje, los miembros de la guardia del Papa fueron preparados en profundidad con meditaciones, oraciones, lecturas bíblicas y conferencias, para que la peregrinación se viviera de una manera más profunda, responsable y consciente. “Jerusalén y Tierra Santa están en la raíz de nuestra Fe: estar aquí significa volver al lugar donde todo nació y, sobre todo, poder finalmente ‘ver’ la Biblia que leemos y conocemos muy bien. Ahora sabemos que tocar en estos lugares es una gracia especial”, comentó Mike Boget, guardián suizo desde hace cuatro años.
Pero lo que más impresionó a Florent Jacquod, que ha servido en el Vaticano durante dos años y medio, fue ver “la situación de los cristianos en Tierra Santa: los lugares son hermosos y hay que conservarlos para la memoria, por supuesto, pero ellos son las ‘piedras vivas’ de esta tierra. Los cristianos son la memoria ‘viva’ de nuestra Fe, y así como los Santuarios se construyeron para preservar y proteger la memoria de los lugares, también debemos apoyar y proteger a quienes viven aquí”. Al final de la peregrinación, los Guardias Suizos recibieron en la Curia de la Custodia de Tierra Santa la Medalla del Peregrino y el pergamino correspondiente. (EPC)
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