Mons. Fernández Torres se destacó, entre otros posicionamientos, por su actitud firme ante la ideología de género.
Redacción (09/03/2022 16:33, Gaudium Press) Sin que la oficina de prensa vaticana diera mayores explicaciones de las causas, el Papa destituyó hoy 9 de marzo como Obispo de Arecibo en Puerto Rico, a Mons. Daniel Fernández, nombrando como administrador apostólico al jesuita Mons. Álvaro Corrada del Río.
Aciprensa cuenta que el día de ayer ya había recibido informaciones que la destitución era inminente.
De acuerdo a Aciprensa, dos motivos estarían detrás de la destitución.
La primera sería el rechazo delObispo de trasladasr a los seminaristas de su diócesis al Seminario Interdiocesano de Puerto Rico. En la actualidad estos seminaristas están siendo formados en la Universidad de Navarra.
Y la segunda sería la defensa del Obispo a que los fieles católicos puedan objetar en conciencia la vacunación obligatoria contra el Covid. Mons. Fernández se había negado a firmar un comunicado conjunto del episcopado de su país, que indicaba el deber de vacunarse y que negaba la facultad de objetar en conciencia desde la moral católica.
Al obispo el Delegado Apostólico, Mons. Ghaleb Moussa Abdalla le había solicitado la renuncia. El Obispo habría sido llamado al Vaticano, pero el prelado no consideró conveniente la realización del viaje en medio de la pandemia de Covid.
Habla Mons. Fernández Torres
En comunicación publicada después de conocida su destitución, Mons. Fernández Torres afirmó que “hoy puedo tener la frente en alto y aún siendo imperfecto y pecador, saber que he hecho lo correcto y eso me da mucha paz interior”.
“Me conforta además el significado en hebreo del nombre Daniel, que providencialmente recibí en mi bautismo, ‘Dios es mi juez’”, expresó.
El obispo contó intimidades de su destitución:
“A mí no se me ha hecho ningún proceso, ni se me ha acusado formalmente de nada y sencillamente un día el Delegado Apostólico me comunica verbalmente que de Roma se me pedía la renuncia. Se sustituye ahora a un sucesor de los apóstoles sin emprender ni siquiera lo que sería un proceso canónico deberoso para destituir a un párroco”, afirmó.
Dijo que la Santa Sede le informó “que no había cometido ningún delito pero que supuestamente ‘no había sido obediente al Papa ni había tenido la suficiente comunión con mis hermanos obispos de Puerto Rico’”.
“Se me sugirió que si presentaba la renuncia a la diócesis quedaría al servicio de la Iglesia por si en algún momento me necesitaban en algún otro cargo; oferta que de hecho demuestra mi inocencia. Sin embargo, no renuncié porque no quise hacerme cómplice de una acción del todo injusta y que aún ahora me resisto a pensar que pueda ocurrir en nuestra Iglesia”, expresó.
Según Mons. Fernández Torres “esta experiencia personal, por otro lado, me ha ayudado a darme cuenta de un modo nuevo de la grave responsabilidad que tenemos todos los obispos en el gobierno de la Iglesia que es apostólica y no piramidal, sinodal y no autocrática”.
“Creo que por bastante tiempo muchos obispos hemos estado observando preocupados lo que ocurre en la Iglesia y nos hemos resistido a creer lo que está pasando. Hoy más que nunca debemos recordar nuestro llamado a ser profetas”, señaló.
“Son tiempos difíciles, pero no perdamos la esperanza”, alentó.
Al final de su mensaje, Mons. Fernández Torres reiteró su “comunión en la fe católica, con el Papa y mis hermanos en el episcopado, a pesar de mi perplejidad ante una arbitrariedad incomprensible”.
Mons. Fernández es un obispo que se ha destacado por posturas firmes en contra de la ideología de género.
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