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El P. Gabriel Romanelli, párroco en Gaza, dice que el que haya bombardeos diurnos, permite prever que lo peor aún está por venir.
Foto: Luis Astudillo
Redacción (14/05/2021 12:57, Gaudium Press) Hace pocas horas, el noticiario internacional informaba el inicio de una operación terrestre de Israel contra la franja de Gaza, en el quinto día de hostilidades entre palestinos e israelíes.
“La situación es muy mala; no sabemos en qué punto del conflicto nos encontramos y hasta dónde llegarán las fuerzas sobre el terreno. Aquí recibimos información contradictoria, anuncios y negaciones de una operación terrestre, mientras que los bombardeos son constantes”, afirma el sacerdote argentino Gabriel Romanelli, del Instituto del Verbo Encarnado, en declaraciones a AsiaNews. El P. Romanelli es párrroco en Gaza.
Dice que hasta ahora los miembros de la comunidad cristiana “están bien”, aunque algunos edificios de la Iglesia han recibido daños colaterales.
Para el padre argentino, “ahora es necesaria una tregua; sería algo deseable y excelente, pero no hay señales que apunten en esa dirección. Al contrario, las cosas van en sentido diverso, hacia el conflicto abierto, y ya hay muchas víctimas. Más de un centenar de ellos y al menos 27 niños… Es terrible”.
Dice que la energía eléctrica comienza a fallar y que pronto llegará el turno de la escasez de agua, “cuyas reservas serán cada vez menores”.
La gente se estaba preparando para retomar la vida después de cuarentenas Covid
“Mucha gente ya está desesperada por encontrar refugio – continúa el sacerdote; ayer atacaron Shujah, un distrito pobre, dejando a muchas personas sin hogar, vagando en busca de refugio. Muchos están llamando a las puertas de la misión de la ONU aquí en la Franja de Gaza buscando refugio”.
Ahora la gente se refugia en sus casas, en una situación paradójica, porque ya se preparaba para “volver a alguna forma de vida normal, después de un año de Covid 19, restricciones y cuarentenas. Vivíamos una cierta tranquilidad, un nueva normalidad, pero la ilusión no duró”.
“Una señal muy negativa es que los bombardeos también se están produciendo durante el día, no solo por la noche como solía ser el caso en el pasado, y esto significa que la situación parece destinada a empeorar”. El sacerdote convoca a la oración y a la confianza en el Señor.
Con información de Asia News
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