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Van Eyck es el más alto exponente de lo que se conoce como Ars Nova.
Redacción (22/06/2021 10:00, Gaudium Press) Hablar de Jan Van Eyck es adentrarse en las maravillas de la pintura flamenca de finales de la Edad Media, para contemplar su leveza y altura, sumada a un realismo no vulgar sino sublime. Algunos consideran esa pintura flamenca del S. XV como el último fruto, la última bella flor de la pintura gótica.
Se cree que nació en Maaseik, cerca de Maastricht, en la actual frontera entre Holanda y Bélgica, pero realmente hay mucha oscuridad sobre su vida.
Además de los rasgos propios del estilo conocido como Ars Nova, la pintura de Van Eyck se caracteriza por la perfección en el detalle. Sus obras son todas famosas, como por ejemplo la “Virgen del canónigo Van der Paele”, la “Virgen del Canciller Rolin”, o su “Anunciación” que se encuentra en la Galería Nacional de Arte de Washington.
Pide una “sesión de confesión”
Pero ahora su figura alcanza publicidad luego que el historiador Hendrik Callewier encontró en el archivo vaticano, un singular pedido del pintor, de seis meses antes de morir en 1441: “Van Eyck pide que le envíen una carta, dándole permiso para tener una sesión de confesión para borrar sus pecados”; se entiende que pide ser confesado en la Santa Sede.
Dice el historiador que es la primera vez que se ve un documento “que se remonta a su vida y que menciona a Jan Van Eyck junto a su esposa Margareta”.
Sorprende también, porque una petición de este estilo al Papa “es algo sin precedentes en ese tiempo. Realmente Van Eyck hacía como sus clientes: es un artesano que intenta obtener los mismos privilegios que la alta sociedad y los clérigos de su tiempo”.
Para admirar la obra de Van Eyck, hacer clic aquí.
El pedido de Van Eyck proviene de la diócesis de Lieja, lo que confirmaría que el lugar de su nacimiento queda en esta jurisdicción y no en otras. Y habla de su esposa Margareta, confirmando que ella era.
Con información de Flandersnews.be
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