Ante un pleno lleno, se entregó el Collar de Honor al Mérito, máximo honor de Alesp, a monseñor João Clá Dias, fundador de esta comunidad religiosa de Derecho Pontificio.
Redacción (24/10/2023, Gaudium Press) En la mañana del pasado lunes 23 de octubre, la Asamblea Legislativa de São Paulo (Alesp) realizó un Homenaje a los Heraldos del Evangelio. Durante la sesión solemne, celebrada en el Plenario Juscelino Kubitscheck de Alesp, que estaba abarrotada, se entregó el Collar de Honor al Mérito, máximo honor de Alesp, a monseñor João Clá Dias, fundador de esta comunidad religiosa de Derecho Pontificio.
Entre las autoridades religiosas presentes en la ceremonia se destacan: Mons. Carlos Lema García, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de São Paulo y Vicario Episcopal del Vicariato Episcopal para la Educación y la Universidad; Mons. Sérgio Aparecido Colombo, obispo auxiliar de São Carlos (SP); Mons. Benedito Beni dos Santos, obispo emérito de Lorena (SP); Mons. Antônio Luiz Catelan Ferreira, obispo auxiliar de São Sebastião do Rio de Janeiro (RJ); y los Padres Ricardo Basso, EP y Alex Barbosa de Brito, EP.
Un faro de sabiduría, compasión y liderazgo espiritual
En representación del Cardenal Arzobispo de São Paulo, Mons. Carlos Lema inició la sesión solemne bendiciendo a los presentes. Luego tomó la palabra el presidente de Alesp, el diputado estatal André do Prado, destacando que fue “un gran honor recibir a todos en este día, y una satisfacción aún mayor recibir a los miembros de los Heraldos del Evangelio”.
Citando al homenajeado del día, monseñor João Clá Dias, el presidente de la Legislatura de São Paulo, destacó que el fundador de los Heraldos del Evangelio “ha sido un faro de sabiduría, compasión y liderazgo espiritual” y que “su compromiso con la fe , su incansable dedicación al servicio de la iglesia y su capacidad para unir a las personas son verdaderamente inspiradores”.
Grandes mensajeros de la palabra de Dios
El diputado Gil Diniz, impulsor de este homenaje, aseguró durante la sesión solemne que la trayectoria de los Heraldos del Evangelio y su accionar traspasó fronteras y expresó el deseo de dar su “testimonio personal de cariño y amor por la obra que monseñor João Clá realiza por el Estado de São Paulo, Brasil y el mundo”.
Luego, Mons. Antônio Luiz Catelan Ferreira leyó un mensaje enviado por el cardenal Raymundo Damasceno Assis, arzobispo emérito de Aparecida. Poco después se difundió un mensaje en video del doctor Ives Gandra Martins, quien declaró que los Heraldos del Evangelio “es uno de los movimientos de la Iglesia católica que más ha avanzado en la expansión del mensaje de Cristo en Brasil y en el mundo. Con una propuesta muy clara de volver a nuestra vida interior. Han llevado el mensaje de Cristo y al mismo tiempo han influido en la juventud de una manera extremadamente positiva al mostrar las riquezas y el tesoro de la Iglesia Católica Apostólica Romana”.
Según la secretaria estatal de Cultura, Marilia Marton, también presente en la ceremonia, “la misión de los Heraldos, que es un gran mensajero de la palabra de Dios, es importante para que nuestros jóvenes tengan este contacto y aprendan a tener más Fe”.
El don de Dios a la Iglesia y a la sociedad
Mons. Benedito Beni dos Santos fue invitado a hablar ante los presentes. En su discurso, el prelado afirmó que este homenaje a los Heraldos del Evangelio es merecido y oportuno, ya que son un regalo de Dios a la Iglesia y a la sociedad.
“Don de Dios, en primer lugar por el trabajo con los enfermos en los hospitales y también con los pobres. Trabajo silencioso hecho no con palabras y discursos, sino con las manos. Un regalo de Dios también en el campo de la educación, desarrollando una pedagogía muy profunda cuyo rasgo principal es la disciplina. Don de Dios en el campo de la Evangelización, a través de la belleza del arte y la música. Ya sea música polifónica o canto gregoriano, que eleva nuestro corazón hacia arriba, hacia Dios”, concluyó.
Monseñor João Clá Dias: una persona de gran fe
Luego fue el turno de Mons. Sérgio Aparecido Colombo de tomar la palabra y expresar ante el plenario su “alegría, reconocimiento y el de toda la Diócesis por la labor que allí realizan muchos Heraldos del Evangelio, especialmente sacerdotes. Nuestra convivencia es hermosa, respetuosa, fraterna, caminamos juntos haciendo primar la comunión, y este es el testimonio que doy”.
El obispo de Bragança Paulista también recordó cuando conoció personalmente al fundador de los Heraldos del Evangelio, monseñor João Clá Dias, “una persona de gran sensibilidad, una persona con una mirada profunda, una persona con una fe muy grande, que supo realizar, en más de 70 países, esta hermosa obra”.
¿Quiénes son los Heraldos del Evangelio y monseñor João Clá Dias?
Los Heraldos del Evangelio son una Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio, la primera constituida por la Santa Sede en el tercer milenio, lo que ocurrió con ocasión de la fiesta litúrgica de la Cátedra de San Pedro el 22 de febrero de 2001.
Compuesta predominantemente por jóvenes, la Asociación Heraldos del Evangelio está presente en 78 países. Sus miembros de vida consagrada practican el celibato, y se dedican íntegramente al apostolado, viviendo en casas diseñadas específicamente para muchachos y muchachas , que alternan una vida de recogimiento, estudio y oración con actividades de evangelización en diócesis y parroquias, dando especial énfasis a la formación de la juventud.
Aunque no profesan votos y siguen siendo laicos –con excepción de algunos que abrazan los caminos del sacerdocio–, los Heraldos del Evangelio buscan practicar los consejos evangélicos en toda su fascinante pureza. Normalmente viven en comunidad (masculina o femenina), en un ambiente de caridad fraterna y disciplina. En sus hogares se fomenta una intensa vida de oración y estudio.
Monseñor João Clá Dias es el fundador de los Heraldos del Evangelio y de dos Sociedades de Vida Apostólica, una clerical y otra femenina, Virgo Flos Carmeli y Regina Virginum. El religioso fue condecorado por el Papa Benedicto XVI, en 2009, con la medalla “Pro Ecclesia et Pontifice”, una de las más altas distinciones que otorga el Santo Padre a quienes se distinguen por sus acciones a favor de la Iglesia. (EPC)
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