Historia, Oración y Frases de Santa Rita de Casia

Hoy, 22 de mayo, la liturgia católica celebra la memoria de Santa Rita de Cássia, la Santa de las causas imposibles.

Redacción (22/05/2023 17:00, Gaudium Press) Nacida en un pequeño pueblo italiano en Umbría, en 1381, Rita de joven quería consagrarse a Dios, yendo en contra del plan de sus padres. Hacia 1385, la joven se casó con Paulo Fernando, un hombre violento, con quien tuvo dos hijos.

Después de 18 años de vida matrimonial, Rita enviudó. Unos años más tarde también fallecieron sus dos hijos. Rita luego se unió a los Agustinos de Casia, donde vivió una intensa vida mística, recibiendo un estigma de la Pasión de Cristo en su frente.

Los milagros a quienes recurrían a ella se multiplicaron, dando lugar a un culto popular que se extendió rápidamente y que hizo que Santa Rita recibiera el título de “Santa de las causas imposibles”.

Frases de Santa Rita de Casia

01 – “Lo que es imposible para los hombres es posible para Dios”.

02 – “Nunca es tarde para cambiar el rumbo de tu vida. Siempre habrá una nueva ruta o una nueva oportunidad para empezar de nuevo”.

03 – “Ama a Dios sobre todas las cosas, porque su bondad y belleza son incomparables, y sólo Él debe merecer tu amor”.

04 – “La mejor manera de encontrar el amor es encontrar a Dios”.

05 – “Señor, dame un amor capaz de darlo todo por un amor cada vez mayor”.

06 – “Solo la idea de que puedan perder sus almas, me tortura el corazón y lo sumerge en un mar de amargura. Tú, Señor, sabes cuánto te amo”.

07 – “¡Ay Jesús mío! Aumenta mi paciencia a medida que aumentas mis sufrimientos”.

08 – “Los obstáculos son enseñanzas para tu espíritu”.

Oración a Santa Rita de Casia

Oh poderosa Santa Rita, llamada la Santa de los imposibles, abogada de los casos desesperados, auxiliadora en la hora extrema, refugio en el dolor y salvación de los que se encuentran en los abismos del pecado y la desesperación, con toda confianza, en tu celestial patrocinio, a ti recurro en el caso difícil e imprevisto que dolorosamente aflige mi corazón.

Por los atroces sufrimientos que sufristeis, por las amargas lágrimas que derramasteis santamente, venid en mi ayuda. Ruega e intercede por mí ante el Sagrado Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo y alcánzame esa gracia, si es para tu mayor honra y gloria y bien de nuestras almas. Amén. (EPC)