“Se trata de actos deliberados de profanación, despreciables y particularmente repugnantes”, expresó Mons. Bernard-Emmanuel Kasanda Mulenga, obispo de Mbujimayi.
Redacción (03/08/2021 11:31, Gaudium Press) Tensiones entre la Iglesia del Congo y el gobierno, están derivando en ataques a la Iglesia.
Resulta que por estos días se está eligiendo al presidente de la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), el cual – en un hecho sui generis – debe ser designado por las principales confesiones religiosas congoleñas.
Pero la Conferencia Episcopal de ese país y la “Église du Christ au Congo” (Iglesia de Cristo en el Congo) se oponen a la candidatura de Denis Kadima, que es el propuesto por otras seis confesiones religiosas, y que es demasiado cercano al presidente Félix Tshisekedi.
El P. Donatien Nshole, portavoz de las confesiones religiosas, denunció que estaban sufriendo “presiones, intimidaciones y amenazas de todo tipo contra algunos miembros de la plataforma de confesiones religiosas para impedirnos realizar libremente nuestro trabajo”.
¿Consecuencia de ese posicionamiento de la Iglesia?
Han habido actos vandálicos contra la sede del arzobispado de Kinshasa, la casa del arzobispo y una docena de iglesias han sido profanadas en la diócesis de Mbujimayi, incluyendo la catedral.
“Se trata de actos deliberados de profanación, despreciables y particularmente repugnantes”, expresó Mons. Bernard-Emmanuel Kasanda Mulenga, obispo de Mbujimayi, en el centro de la República Democrática del Congo.
Desde hace casi cuatro meses, los lugares de culto de Kasai, región de la que procede el presidente congoleño Félix Tshisekedi, son objeto de una “profanación progresiva y sistemática”.
“Robaron tabernáculos, vasos sagrados, piedras y manteles de altar, copones, muebles y estatuas del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen María”, denuncia el obispo Kasanda.
Además, el domingo 1 de agosto, unos manifestantes lanzaron piedras contra el arzobispado de Kinshasa.
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