Después del incendio de 2019, la imagen fue encontrada intacta en medio de los escombros. Gracias a esta imagen se convirtió el poeta Paul Claudel.
Redacción (15/11/2024 13:16, Gaudium Press) La famosa estatua de la “Virgen con el Niño”, uno de los símbolos de Notre-Dame de París que sobrevivió al incendio del 15 de abril de 2019, regresa a la catedral parisina hoy viernes 15 de noviembre durante una procesión con antorchas por las calles de la capital francesa.
Esta procesión marca el “último gran acontecimiento antes de la reapertura de la catedral los días 7 y 8 de diciembre”, subraya la jurisdicción de París. Fieles se reunirán a las 6 p.m. en la plaza frente a la iglesia de Saint-Germain l’Auxerrois, que alberga la estatua desde hace cinco años. La procesión se dirigirá luego a Notre-Dame, tomando los muelles de la Île de la Cité.
La imagen que será utilizada en ese trayecto es una réplica, y la imagen original será bendecida en Notre-Dame por el arzobispo de París, antes de una vigilia que combinará el Magnificat, un tiempo de oración y lectura del Evangelio. Previamente se organizó una novena con la réplica de la imagen, que circuló por varias parroquias, santuarios y hospitales de París desde el 7 de noviembre.
Vínculo secular con la iglesia
Entre la imagen y Notre-Dame de París, los vínculos se remontan a siglos atrás. Desde el inicio de la construcción de la catedral, en el siglo XII, en el pilar sureste se colocó un altar dedicado a María. Pero la “Virgen y el Niño” no entraron en Notre Dame sino hasta 1818, reemplazando la estatua original destruida durante la Revolución Francesa. Data del siglo XIV y procede de la capilla de Saint-Aignan, situada en el antiguo claustro de los canónigos de l’île de la Cité.
Solo en 1855 encontró su lugar definitivo en la catedral, en el antiguo lugar alto de oración de la Edad Media, apoyada en el pilar sureste del crucero. Este traslado se llevó a cabo por iniciativa de Eugène Viollet-le-Duc, el arquitecto que restauró la catedral. De esta disposición histórica proviene su nombre de “Virgen del Pilar”.
Gracias a esa imagen se convirtió el poeta Paul Claudel, durante las vísperas de Navidad de 1886. Él le dedicó el poema “La Virgen al mediodía”, alabando a “la mujer de la Gracia finalmente restaurada”.
Símbolo de esperanza
De casi dos metros de altura, esta imagen de piedra, de estilo gótico tardío, es una representación clásica de la Virgen María sosteniendo al Niño Jesús. Asociada a la piedad y a la protección, simboliza la maternidad divina de María, así como su relación con Jesús. Para muchos es también un símbolo de consuelo, protección y esperanza, sobre todo desde el incendio de 2019 del que salió intacta.
“Había un montón de piedras y de madera a sus pies, pero ella permaneció en pie”, dice el padre Stéphane Paul-Benz. “En la tradición cristiana, la Virgen permanece de pie en el ‘Stabat Mater’, la Virgen de pie, al pie de la cruz, siendo un signo de esperanza”. La diócesis de París la invoca como “un signo de consuelo” para los fieles.
Con información de La Croix.
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