La ceremonia tuvo lugar en la sede del Comando de Ingenieros Militares, en Bogotá.
Redacción (15/10/2021 09:19, Gaudium Press) Ayer, en ceremonia realizada en la sede del Comando de Ingenieros Militares del Ejército y dependencias anexas, en Bogotá, se consagró a Nuestra Señora de Fátima el ‘arma’ de Ingenieros militares, una de las 9 que integran el Ejército colombiano, junto a la de Infantería, Caballería, Artillería, Comunicaciones, Inteligencia Militar, Aviación del Ejército, Fuerzas Especiales y Acción Integral.
La ceremonia estaría presidida por Mons. Víctor Manuel Ochoa Cadavid, Obispo castrense de Colombia, quien no pudo asistir, por lo que ofició la misa el P. Manuel Rodríguez, de los Heraldos del Evangelio, junto a tres muy dignos sacerdotes del ordinariato militar.
A pesar de que en la tarde había llovido, incluso copiosamente en varios puntos de la ciudad, hacia las 5 pm las aguas cedieron el paso y se dio inicio a la ceremonia, que inició con un cortejo solemne en el que militares portaban una imagen de la Virgen de Fátima que ellos habían adquirido para que fuera entronizada en el Comando. A lo largo de dos cuadras, que tenían como cúpula sables de ceremonia de gala, iba trascurriendo el cortejo amenizado por marchas y cánticos religiosos.
Inicia la misa en un gran campo de paradas, con la presencia de 7 generales, otros oficiales, suboficiales, soldados y funcionarios del Ministerio de Defensa, además de numerosos familiares de los Ingenieros Militares.
Pero antes de la eucaristía, dirigió unas palabras el General Olveiro Pérez Mahecha, para dar la nota del sentido de la ceremonia:
“Nosotros, los integrantes del arma de Ingenieros Militares, queremos entregar el cuidado espiritual de nuestras capacidades a la Virgen de Fátima. (…) La ceremonia no solo busca dar consagración a nuestro comando de ingenieros sino aproximarnos a una nueva perspectiva espiritual, en la que todo acto de fe, humildad, servicio por los demás, entrega y sacrificio, tiene recompensa. Y esa recompensa es nada más ni nada menos que el amor de Dios y el amor de nuestra Madre Celestial. Por lo tanto, os invito a todos a mirar a nuestro alrededor, a sentir que Dios está hoy y siempre con nosotros, a sentir que el amor de la Virgen llega a cada uno de nuestros hogares y familias, y por ende a nuestra gran familia de Ingenieros Militares”: así se expresó con entusiasmo el general Pérez, quien es el director de ese Comando.
Antes de concluir la eucaristía, se realizó la bendición solemne de los Ingenieros, y se recita la fórmula de consagración a Nuestra Señora por parte del P. Manuel. Concluida la celebración eucarística, el cortejo se dirige nuevamente a la sede del Comando de Ingenieros, donde queda entronizada, ahí y en los corazones, la Virgen de Fátima.
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