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Los bloqueadores de pubertad, se usan para que menores presuntamente transexuales no desarrollen ciertas características de su sexo biológico.
Foto: Alexander Grey en Unplash
Redacción (14/03/2024, Gaudium Press) El Servicio Nacional de Salud de Inglaterra (NHS) acaba de prohibir los llamados bloqueadores de pubertad, esos que se usan para que menores presuntamente transexuales no desarrollen ciertas características de su sexo biológico.
La medida, se enmarca en la senda de un debate sobre las transiciones de sexo en menores. En el 2022, el gobierno cerró la Clínica Tavistock, donde se realizaban tratamientos de cambio de sexo a menores. El cierre llegó después de un meticuloso estudio, de largo alcance, donde se dictaminó que en 20 años la ‘clínica transgénero’ había realizado tratamientos hormonales y quirúrgicos a menores que no los requerían.
Comúnmente ese tipo de tratamientos se ofrecían a menores con “disforia de género”. Sin embargo, crece la opinión de que aún no existe la cura de total eficacia para esta condición y que en su tratamiento se debe usar un enfoque holístico, interdisciplinario, que incluya profesionales en neurología, pediatría y salud mental.
En el mundo entero se están dando demandas de entonces menores, hacia clínicas o hacia el Estado, argumentando que fueron víctimas de operaciones de cambio de sexo ahora irreversibles o de tratamientos específicos, que les ocasionan en el presente gran sufrimiento de diverso tipo. El centro de esas demandas se ubica en la desinformación y en la falta de apoyo científico a esas intervenciones.
La clausurada clínica Tavistock se tuvo que enfrentar a una demanda de Keira Bell, quien a sus 25 años decía que cuando se le proporcionaron bloqueadores de pubertad a los 16 años, fue presionada para tomar los medicamentos sin suficiente información.
Ahora Reino Unido, con esa medida, sigue la senda de otros países europeos como Suecia y Finlandia.
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