La famosa autora sufre constante acoso mediático, en redes y en vivo, desde que dijo que “género” no sustituye a “sexo”.
Redacción (23/11/2021 09:20, Gaudium Press) Para ser famoso en nuestros días por lo general deben concurrir ciertos factores, uno de ellos – de los primeros – es ganar la simpatía o por lo menos la publicidad más o menos benévola de los grandes órganos de prensa.
Pero para que esto ocurra, el candidato a famoso debe ser cumplidor de los ‘10 mandamientos’ de lo políticamente correcto, algo que es cuasi sinónimo de adorador explícito de los postulados ‘progres’.
Hubo un tiempo en que J.K. Rowling, la mundialmente famosa autora de la saga de Harry Potter, estuvo en ese Olimpo mediático, ciertamente premiada de esa forma por haber introducido a millones de chicos en un universo algo medieval, algo de aventuras juveniles, y sobre todo de acostumbramiento a lo preternatural, que asomaba con aires de epopeyas esotéricas, en las cuales, por supuesto, el gran ausente era Dios.
Un día la autora cometió una falta
Pero ocurrió que un día Rowling cometió un ‘pecado’, quebrantó uno de los más importantes ‘mandamientos’ de la progresía actual: simplemente confirmó la real naturaleza humana, cuando osó decir que los transexuales hombres no son realmente mujeres, y cuando negó que el concepto “género” es sustitutivo del de “sexo”, es decir, golpeó la piedra fundamental y filosofal de la absurda ideología de género.
Ahora, ella debe sufrir recurrentes campañas mediáticas en su contra, no la invitan a los aniversarios de las películas producidas con base en sus libros, y debe sufrir el acoso permanente de activistas de ideologías de género y compañeros.
Los propios actores estrella de las películas con base en sus obras han declarado contra ella, pues ellos sí están en la onda y quieren seguir en la onda.
Ayer, Rowling posteó en su cuenta twitter un nuevo episodio del acoso al que es sometida.
“El pasado viernes, la dirección de residencia de mi familia fue posteada en twitter por tres actores activistas que tomaron foto de ellos mismos en frente de nuestra casa, cuidadosamente posicionándose ellos mismos para asegurar que nuestra dirección fuera visible”, expresó Rowling. Bienvenida al club. Aunque de hecho, hace varios años que a él pertenece, con todos los derechos conexos:
“He recibido tantas amenazas que podría empapelar mi casa con ellas pero no voy a dejar de hablar. Quizás la mejor forma de demostrar que vuestro movimiento no va contra las mujeres es dejar de acosarnos y amenazarnos”, había dicho anteriormente.
Con información de Infocatolica
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