Jefe de constataciones médicas de Lourdes habla de los milagros: “Dejé todo para venir aquí”

Alessandro de Franciscis, fraile de la Orden de Malta, vive hace 15 años a metros de la gruta de Masabielle. Cuenta su historia con los milagros de Lourdes.

Redacción (31/01/2025, Gaudium Press) El Corriere della Sera ha publicado interesante entrevista con Alessandro de Franciscis, presidente de la Oficina de constataciones médicas de Lourdes, que examina los posibles milagros habidos en el santuario mariano.

De Franciscis, quien hace 15 años vive a pocos metros de la gruta de Masabielle, es también gran hospitalario de la Orden de Malta, algo como ministro de sanidad de ese estado sin territorio, y ha sido señalado por el Papa para visitar zonas ‘calientes’ del planeta (Ucrania, Gaza, Camerún, etc.), por lo que solo permanecerá en su cargo en Lourdes por este año, aunque por estatutos podría estarlo de manera vitalicia.

Es un verdadero fraile, con votos de pobreza, obediencia y castidad, y aunque alguna vez se planteó la posibilidad del sacerdocio, al final se dio cuenta de que es médico, pediatra.

Extractamos algunos apartes de la entrevista, realizada por Stefano Lorenzetto.

¿Prodigios observados en estos 15 años?

“Cuatro. El último, reconocido por la diócesis de Liverpool el pasado 8 de diciembre, se refiere a John Traynor, fallecido en 1943. Marinero de la Royal Navy, herido en la cabeza en la Primera Guerra Mundial, padecía epilepsia y ataques convulsivos. Para detenerlos, le perforaron el cráneo: perdió el uso de las piernas y la capacidad de generar. En 1923 llegó a Lourdes hemipléjico. En 1926 regresó curado como camillero. También se había convertido en padre”.

¿Ha conocido a muchas personas objeto de milagros?

“Sí. Entre los vivos, Vittorio Micheli de Trento, recuperado de un osteosarcoma de pelvis y cabeza femoral. Luigina Traverso, una monja de Alejandría, vivía postrada en cama en posición fetal debido a una lumbociática paralizante y un meningocele. Danila Castelli di Bereguardo, madre de cuatro hijos, estaba muriendo de feocromocitoma, un tumor suprarrenal que provocaba picos de presión arterial alta de hasta 300. Bernadette Moriau, una monja francesa de Beauvais, paralizada durante 42 años debido al síndrome de cauda equina, fue la primera a la que examiné. Había llegado a Lourdes hacía tres meses”.

¿Cuántos eventos inexplicables registra?

“Le corrijo: inexplicados. En los 167 años transcurridos desde las apariciones ha habido más de 7 mil, de los cuales sólo 71 han sido declarados milagros”.

¿Cómo reacciona ante los informes [de que pudo haber ocurrido un milagro]?

“Informo al Colegio de Médicos de Tarbes, capital de los Altos Pirineos, y convoco a mis colegas presentes en Lourdes. Existe un registro de los hoteles en los que se alojan. Todos consultan la historia clínica y expresan su opinión, incluso si son ateos. Hablamos de medicina, no de fe”.

¿Cuántas veces se ha reunido la asamblea?

“En 2024 sólo una vez. Dos en 2023 y 2022. Nunca en 2021 y 2020”.

¿Cómo se verifica el supuesto milagro?

“Deben cumplirse los siete criterios establecidos por el cardenal Próspero Lambertini, el futuro Papa Benedicto XIV que inició la rehabilitación de Galileo Galilei: diagnóstico certero; pronóstico severo; curación inesperada; curación instantánea; recuperación completa; curación duradera en el tiempo; curación científicamente inexplicable”.

¿Luego qué pasa?

“Si se cumplen las siete condiciones, entregamos el caso al Comité médico internacional de Lourdes (Cmil), formado por 38 personalidades de la medicina mundial: seis italianos, incluido yo, secretario. El Cmil expresa su opinión mediante votación secreta. Corresponde entonces a la Iglesia reconocer el milagro”.

Vittorio Messori, en el libro “El Milagro”, describió la historia del mendigo Miguel Juan Pellicer, a quien le amputaron la pierna derecha dos años antes…

“El milagro de los milagros de la Virgen del Pilar. Era España en 1640. No creo ciegamente, no soy un cazador de visiones. No hice la peregrinación a Fátima por primera vez sino hasta 2024″.

¿Y entonces?

“Lo único que necesito son los historiales médicos y las radiografías que se conservan en los archivos de la Oficina. Nadie ha logrado nunca contarlos, creo que son nada menos que 20 mil. Tome, lea esto. Es la nota de Alexis Carrel, cirujano agnóstico de Lyon, escrita de su puño y letra el 28 de mayo de 1902. Diez años más tarde recibiría el Premio Nobel de Medicina. Se convirtió cuando vio reducirse ante sus ojos una gravísima peritonitis séptica tuberculosa: ‘No puedo entenderlo, pero no puedo dudar de lo que observé’”.

¿Ha visto casos como el de Carrel?

“Jean-Yves Rouillard, médico de la peregrinación anual proveniente de Niza, me confió: ‘Lourdes me interrogó hasta que descubrí la fe en Dios’. En la Universidad de Harvard conocí en 2019 a Arthur Kleinman, profesor de antropología médica y psiquiatría, no creyente, autor del ensayo What Really Matters. Me confesó: ‘Lourdes es el único lugar del mundo donde, sin cursos de formación, se aprende a ser útil a los demás’. Lo entendió ayudando a su esposa, que padecía la enfermedad de Alzheimer, a ponerse las zapatillas. Blaise Pascal decía que Dios ha puesto suficiente luz en el mundo para quienes quieren creer y ha dejado suficientes sombras para quienes no quieren creer.”

Como gran hospitalario de la Orden de Malta tiene que viajar por el mundo.

“Voy donde hay necesidad de obras médicas y humanitarias, que son la misión de la SMOM [Orden de Malta]. Acompañé a Gaza al cardenal Pierbattista Pizzaballa, patriarca de Jerusalén de los latinos. No es necesario que le cuente lo que vimos. En Belén tenemos la Sagrada Familia, un hospital universitario especializado en ginecología y obstetricia, que en 30 años ha atendido a más de 100 mil niños”.

También fue diputado y presidente de la Provincia de Caserta.

“Ese de Franciscis, dc, ya no existe. Dejé todo para venir a Lourdes. Espero que cada italiano dedique una parte de su vida al cuidado de los asuntos públicos. Aquí en Francia, pero también en el Reino Unido, es un orgullo para el artesano, el abogado, el médico dedicarse a ser consejero cívico».

¿Alguna vez le has pedido a Nuestra Señora de Lourdes un milagro para tus seres queridos?

“A menudo. Milagros de curación y conversión. Una vez me concedió su deseo”.

¿De quién se trataba?

“No cuenta. Era un tumor de páncreas, uno de los más insidiosos. Fue derrotado”.