Los hechos ocurrieron en la parroquia Santa María Goretti, en Edmonton, el pasado 13 de diciembre.
Edmonton (05/01/2021 09:35, Gaudium Press) No fue un hecho aislado, porque sólo en el 2020, en Edmonton – Canadá, se reportaron al menos 37 incidentes relacionados con delitos de odio.
Hablamos de lo ocurrido el pasado 13 de diciembre en la parroquia Santa María Goretti, en la capital de la provincia de Alberta, cuando se celebraba la Misa.
El párroco, P. George Puramadathil, estaba en su oficio cuando un joven, hablando en italiano y acercándose al ambón le pidió “cinco minutos”. El presbítero pensó que era alguien que necesitaba alguna ayuda, y se dijo a sí mismo “Ok, vamos a dejarlo hablar”.
Entonces el joven cambió su lengua al inglés y comenzó a gritar “términos muy vulgares”, después de lo cual sacó una botella de vino de su bolsillo y comenzó a abrirla.
Al ver esto, el sacerdote le dice que se vaya, y el agresor desciende del ambón y “se baja los pantalones delante de la gente”, tras lo cual sale corriendo. No se ha informado si en la iglesia había en ese momento niños, pero es bien probable.
Parece que había cómplices dentro de la iglesia
El P. Puramadathil conoció después que el agresor llevaba una cámara y que había publicado en internet un video del incidente. También dijo el padre que creía que habían personas que lo esperaban afuera después que cometió la ofensa, y que se enteró que entre los feligreses había cómplices del agresor, que también estaban filmando.
Los cargos que enfrenta el agresor
En comunicado emitido el 3 de enero, la Arquidiócesis de Edmonton dijo que el agresor tiene ahora que enfrentar serios cargos: “El hecho de que uno de los cargos, daño a propiedad religiosa, se considere un crimen de odio, muestra la gravedad del incidente. Este tipo de acción no puede, ni será, tolerado”, manifestó la Arquidiócesis.
Asimismo, el agresor tiene ahora prohibido acercarse a cualquier propiedad diocesana.
Varios miembros de la familia del agresor han llamado al P. Puramadathil, para pedir disculpas por la acción del agresor, tal vez con la esperanza de que sean retiradas las acusaciones. La familia del sospechoso se encuentra registrada en la parroquia, y el propio atacante fue una vez servidor del altar.
Visita del Arzobispo
Días después de los hechos, el 20 de diciembre, fue hasta la parroquia Santa María Goretti Mons. Richard Smith, el Arzobispo de la ciudad. Ahí bendijo el ambón donde ocurrió el acto con tintes de blasfemia y dijo que “se necesitan restauración y sanidad, por eso nos volvemos a nuestro Dios amoroso. Dios deshace con su bendición el daño causado por actos malvados”.
Con información de CNA
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