Jubileo extraordinario en los Vicariatos Apostólicos de Arabia

A 1.500 años del martirio de 4.000 cristianos –entre ellos San Aretas y compañeros– durante las persecuciones del siglo VI en la Arabia preislámica, el Papa concede una indulgencia plenaria desde el 24 de octubre de este año hasta la misma fecha del próximo.

Foto: Vatican News

Redacción (20/10/2023, Gaudium Press) Los dos vicarios apostólicos de Arabia Mons. Aldo Berardi y Mons. Paolo Martinelli abrirán las Puertas Santas en Bahréin y en los Emiratos Árabes Unidos. La Iglesia católica en la Península Arábiga celebra el 1500 aniversario del martirio de San Aretas y otros mártires, asesinados durante la persecución anticristiana en el año 523 en Najran, en la Arabia preislámica.

Para celebrar este martirio, se declaró un jubileo extraordinario en los Vicariatos Apostólicos de Arabia Norte y Sur, con la posibilidad de obtener una indulgencia plenaria por un año a partir del 24 de octubre de este año, concedida por el Papa Francisco mediante decreto de la Penitenciaría Apostólica.

Apertura de las Puertas Santas

La solemne misa de apertura del Jubileo será presidida, el 4 de noviembre, por Mons. Aldo Berardi, vicario apostólico del Norte de Arabia, en la Catedral de Nuestra Señora de Arabia, en Awali, Bahréin, exactamente un año después de la visita del Papa Francisco a ese país. La misa estará precedida por la ceremonia de apertura de la Puerta Santa.

Luego, el 9 de noviembre, Mons. Paolo Martinelli, Vicario Apostólico de Arabia del Sur, abrirá la Puerta Santa en la Catedral de San José de Abu Dhabi.

El Martirio de San Aretas y sus Compañeros

San Aretas, nacido en el año 427, fue gobernador de la antigua ciudad cristiana de Najran, en el sur de Arabia. Al convertirse al judaísmo, el rey de Himyar (en el actual Yemen), Dhu Nuwas, libró una violenta persecución contra los cristianos, quemó iglesias, obligó a la gente a convertirse y mató a quienes se negaban a renunciar a la fe cristiana.

Después de conquistar Najran, Dhu Nuwas ordenó que los sacerdotes, diáconos, monjas y laicos fueran arrojados a un pozo y quemados vivos. Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, fueron asesinados indiscriminadamente. San Aretas, que entonces tenía 95 años, y un centenar de cristianos, fueron decapitados en el año 523. Más de 4.000 personas fueron martirizadas durante esta persecución, asesinadas “por su fe inquebrantable en Cristo crucificado”, según un comunicado de prensa del Vicariato Apostólico de Arabia Saudita. Arabia Norte.

Con información de Vatican News