El Cardenal Parolin, Secretario de Estado, dice que está listo para testificar si así se lo requiere.
Redacción (08/07/2021 11:48, Gaudium Press) Como ha sido noticia mundial en los anteriores días, el próximo 27 de julio iniciará en el Vaticano el juicio contra 10 personas sobre los manejos dados a inversiones inmobiliarias con dineros de la Santa Sede en Londres, además de asuntos conexos, manejos en los que la Iglesia perdió bastante dinero.
Algunos afirman que el Papa consideró que la pérdida podría ser del orden de 150 millones de dólares, aunque otros aseguran que es de una cifra mayor a los 200 millones. En esas inversiones estarían incluidos “recursos destinados a las actos personales de Caridad del Santo Padre”, según se lee en el resumen vaticano de la acusación.
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El más importante de los imputados es el Cardenal Angelo Becciu, ex-número dos de la Secretaría de Estado. La acusación, de casi 500 páginas, fue publicada el pasado 2 de julio. También está bajo acusación Mons. Mauro Carlino, antiguo secretario del Cardenal Becciu; Enrico Crasso, corredor financiero que administró inversiones de la Secretaría de Estado por décadas; Cecilia Marogna, quien recibió altas sumas de la Secretaría de Estado vaticana por servicios de inteligencia, entre otros.
Declaraciones del Cardenal Parolin
El pasado 3 de julio un periodista de La Croix preguntó al Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Parolin, si consideraba que se le pediría testificar en este juicio:
“No sé si lo estaré, pero si me lo piden, sí, estoy listo a ir. Si ellos dicen: ‘Ud. es responsable de todo lo que pasó’, sin duda tendré cosas que decir, respuestas que dar. Si creen que no soy responsable, ciertamente no me llamarán para testificar”. Pero realmente parece poco probable que la justicia vaticana llame a declarar al número 2 del Vaticano.
Declaró también el Cardenal Parolin que creía que el juicio sería breve, que la Secretaría de Estado se consideraba víctima en todo el asunto, y que no comentaría los méritos del caso contra las partes involucradas, entre otras razones porque no había leído los documentos.
Por lo demás, el resumen de la acusación que publicaba Vatican News el pasado sábado, decía que ni el Cardenal Parolin, ni el substituto de la Secretaría de Estado Mons. Peña, ni Mons. Alberto Perlasca – jefe de la oficina administrativa de la Secretaría de Estado, “habían sido efectivamente informados para tener pleno conocimiento de los efectos jurídicos” del contrato de compra inmobiliaria en Londres.
También agregaba que la firma de Mons. Peña en ese acuerdo fue obtenida “solo después del hecho y sin que los superiores tuvieran conocimiento” de una parte esencial del convenio, como que el broker Gianluigi Torzi tuviera derechos de voto totales sobre la propiedad.
“Para hacerse con el control de la propiedad y sacar a Torzi del cuadro, se extorsionó a la Secretaría de Estado por 15 millones de euros mediante pagos al corredor por motivos irregulares, gracias a la complicidad interna de los sospechosos cuyas acusaciones se han solicitado”, dice el resumen del Vaticano.
El abogado de Mons. Carlino, uno de los acusados, dijo que su cliente sí había negociado la tarifa de Torzi de 20 millones de euros a 15 millones. Pero también alegó que la contratación y el pago de Torzi se llevaron a cabo “con el respaldo del Santo Padre”.
Es decir, es difícil que en el juicio no se analice con profusión el papel del Cardenal Secretario de Estado, su substituto y del director de la oficina administrativa. Tema sobre el cual habrá mucho interés por parte de la midia mundial, que le ha dado amplio destaque al asunto.
Con información del National Catholic Register
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