Sus declaraciones llegan después de que el mundo ha contemplado estupefacto los cadáveres de civiles en Bucha.
Redacción (05/04/2022 12:02, Gaudium Press) Es cierto que un analista podría encontrar explicables las repetidas declaraciones de Mons. Shevchuk, Arzobispo mayor de los greco-católicos ucranianos, cuando invectiva la sangrienta invasión rusa, pues él no deja de ser ucraniano.
Sin embargo, al contemplar las fotos de los civiles asesinados por soldados rusos en Bucha, sus palabras encuentran otro eco y oídos más solícitos en todos sus oyentes:
“Una montaña de cuerpos, ríos de sangre, un mar de lágrimas” es la realidad actual de Ucrania, según expresó el Arzobispo en su video mensaje de ayer 4 de abril, desde Kiev.
Las palabras del Arzobispo arriban a su auditorio después de que el mundo entero ha contemplado con horror las imágenes de cuerpos de civiles en la ciudad de Bucha y otras de donde se han retirado los rusos, cuerpos tirados en las calles, en los patios de las casas. Cuerpos que todo indica fueron ejecutados sumariamente, cuerpos cuyas manos se encuentran atadas. Es decir, evidencias de posibles crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad perpetrados por los ‘salvadores’ rusos.
Lucha de la virtud contra el mal
En ese cuadro de desolación, el Arzobispo hace un llamado a la práctica de las virtudes:
“Sabemos que nuestros vicios y pecados deben ser superados por virtudes opuestas”, dijo, en el video. “El orgullo se combate con la humildad, la avaricia se cura con el sacrificio, la pereza se trata con la diligencia”, expresó el arzobispo.
“Hoy vemos imágenes horribles. Terribles imágenes de todo lo que dejó el ocupante en suelo ucraniano. Vemos fosas comunes de personas a las que les dispararon en la nuca. Vemos ciudades y pueblos destruidos. Vemos destinos humanos mutilados”, manifiesta. “Por eso hay que ponerse manos a la obra y luchar”.
“Si el enemigo nos mata (y) siembra muerte, sirvamos a la vida, honremos la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural”, dijo.
“Vemos que hoy el enemigo está robando a los ucranianos, robando, saqueando”. En respuesta, los ucranianos deben ser “generosos y apoyar a quienes necesitan obras de caridad cristiana”.
Donde los rusos están “destruyendo todo”, los ucranianos deben “construir, ponerse a trabajar”, incluso comenzando la siembra de primavera si es posible.
“Hagamos el bien, y entonces el mal será derrotado”, dijo.
Con información de Catholic News Service
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