En años anteriores medios insinuaban que esto ya estaría pagado. Parece que no es cierto.
Redacción (07/07/2021 16:31, Gaudium Press) En tono de cierta queja, algunos medios internacionales se preguntaban en el 2019 ‘quien paga[ba] una fortuna’ al abogado del Cardenal George Pell, pues para la defensa del purpurado se había contratado a “uno de los más prestigiosos y caros [abogados] de Australia”, Robert Richter, quien acostumbraba a trabajar con algunos abogados asociados.
En su momento, medios como Clarín afirmaban que ese “lujo” era “posible gracias a la generosidad de donantes anónimos”. Al parecer tales medios tenían certeza entonces de que los gastos ya estaban sufragados por estos discretos y muy generosos aportantes, algo que es desmentido hoy.
Incluso algunos medios preguntaron a autoridades religiosas si sería la Iglesia la que estaba sufragando los gastos del abogado, algo que fue negado en su momento por estas autoridades.
Ya en ese 2019 se rumoraba que los honorarios de los abogados del Cardenal Pell podrían ascender a los 3 millones de dólares australianos, unos 2,25 millones de dólares americanos.
Noticia de The Weekend Australian
Pues por estos días The Weekend Australian vuelve a tornar pública esa cifra, solo que dice que es buena parte de esos 3 millones de dólares los que se le adeudan a los abogados. Sí habría habido donantes particulares, como también algún tipo de ayuda de la Iglesia, y asimismo el estado de Victoria habría asumido los costos por alrededor de 390.000 dólares. Pero la gran mayoría del dinero todavía se adeudaría.
Entonces, el pobre Cardenal Pell no solo tuvo que arrastrar con Bullying mediático por más de dos años, no sólo habría estado injustamente en prisión por más de 400 días, sino que ahora seguiría sujeto a la penalidad de una formidable deuda. Lo anterior habría sido confirmado por el propio Cardenal Pell.
El equipo de defensa del Cardenal estaba compuesto por los despachos Robert Richter QC y Bret Walker SC, Galbally O’Bryan y el de la abogada criminal Ruth Shann, y sus costos iniciales habían sido de 800 mil dólares. Pero las diversas apelaciones, que llevaron el caso a cuatro tribunales diferentes, habrían elevado los gastos hasta la cifra señalada.
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El Cardenal Pell espera que las ventas de su memoria en prisión sean de una ayuda significativa para sufragar esos gastos.
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