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La historia de las dos imágenes es maravillosa. Se han encontrado en el monasterio de Villarejo de Salvanés. Mañana celebra misa el Nuncio ahí.
Redacción (06/10/2021 10:04, Gaudium Press) Después de 50 años, se vuelven a encontrar, la Virgen de la Victoria de Lepanto y el Cristo de Lepanto, de Don Juan de Austria.
Desde el 30 de septiembre pasado están juntas las dos simbólicas imágenes, pues la imagen del Cristo llegó desde la Catedral de Barcelona hasta la localidad madrileña de Villarejo de Salvanés, donde se radica la imagen de la Virgen.
Esta imagen, Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto, iba en la proa del buque de Luis de Requesens, que era el Vicealmirante de la armada y el hombre de confianza que había puesto el rey Felipe II al lado del intrépido pero joven Don Juan de Austria, el comandante de la flota. Además esa imagen de la Virgen había sido regalada por el Papa San Pío V.
Cuando termina la batalla de Lepanto, Luis de Requesens pide autorización a San Pío V para erigir un convento en el Villarejo de Salvanés, que termina siendo de franciscanos, y ahí entroniza la imagen de la Virgen, que se convierte en un símbolo de la intervención de Nuestra Señora en esa batalla en que se salvó la Cristiandad.
El Cristo de Lepanto
El Cristo de Lepanto estuvo presente en la nave capitana de Don Juan de Austria. Cuenta la tradición que para esquivar una bala enemiga el Cristo se ladeó y por eso la figura que mantiene hasta hoy. Su sede es la Catedral de Barcelona, pero en estos días, pues, está visitando a la Madre, la Virgen de Lepanto, y permanecerá en Villarejo de Savanés hasta el 10 de octubre.
Mañana 7 de octubre, cuando se celebrarán los 450 años de la Batalla, celebrará misa en la explanada del monasterio construido por Luis de Requesens el Nuncio en España, Bernardito Auza, junto al obispo Mons. Juan Antonio Reig Plá.
Antes de la misa, la Armada Española rendirá un homenaje a los caídos en Lepanto.
Con información de Infocatolica
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