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Desde inicios de agosto se desató una verdadera redada contra sacerdotes de la diócesis de Matagalpa.
Foto: Vatican News
Redacción (05/08/2024 11:26, Gaudium Press) Parece que la reciente ola persecutoria contra la Iglesia en Nicaragua, desatada por la dictadura Ortega, es algo a la manera de una siniestra conmemoración, de cuando el 4 de agosto de 2022 la policía encerró a Mons. Rolando Álvarez en la curia diocesana de Matagalpa, para luego llevarlo a Managua y encarcelarlo.
Ciertamente la dictadura Ortega también midió el clima internacional, ocupado en buena medida por lo que ocurre en Venezuela, para desatar su furia anticatólica contra una diócesis como la de Matagalpa que odia especialmente, pues conserva el aroma de un Obispo que tuvo que liberar a contragusto, y que casi convierte en mártir.
Los religiosos detenidos en días recientes son:
Mons. Ulises René Vega.
Mons. Edgar Sacasa.
P. Jairo Pravia.
P. Víctor Godoy.
P. Marlon Velásquez.
Diac. Ervin Aguirre.
Fray Silvio José Romero, de la diócesis de chontales.
Fray Ramón Morras de Ciudad Darío.
P. Antonio López, párroco de Nuestro Señor de Veracruz en Ciudad Darío.
P. Raúl Francisco Villegas de Las Calabazas.
P. Salvador, también de Las Calabazas.
Al listado anterior hay que sumarle la detención, el 5 de agosto pasado, del P. Jarvin Torres, rector del seminario de Matagalpa.
Las cifras globales de la persecución a religiosos en Nicaragua, alcanza ya proporción descomunal: más de 140 sacerdotes, un nuncio apostólico, tres obispos y todos los sacerdotes de órdenes religiosas han sido expulsados del país o se encuentran en la cárcel.
Aunque se le han pedido declaraciones, el gobierno nicaragüense no ha querido comentar nada de lo ocurrido por estos días en las diócesis de Estelí y Matagalpa.
Más doloroso para algunos católicos ha sido la ausencia de una clara condenación vaticana a estos hechos recientes, que muchos siguen esperando.
Con información de La Nuova Bussola Quotidiana
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