Preocupante análisis hace Edward Pentin, en su nota “New Anti-Catholic Sex-Education Guidelines in Hamburg Are Fruit of German Synodal Way, Say Experts”.
Foto: Beth McDonald en Unplash
Redacción (03/07/2025, Gaudium Press) Preocupante análisis hace Edward Pentin, en su nota en el National Catolic Register, titulada “New Anti-Catholic Sex-Education Guidelines in Hamburg Are Fruit of German Synodal Way, Say Experts” (Nuevas líneas guía de educación sexual anticatólicas son frutos del Camino Sinodal alemán). El análisis se cierne sobre lo publicado el pasado 5 de junio por la Arquidiócesis de Hamburgo, que según el propio texto, es un “nuevo marco para la educación sexual en las escuelas católicas”, el cual “envía una clara señal a favor de una pedagogía sexual contemporánea, basada en valores y con fundamento científico”.
Su implementación, según el vicario general de la arquidiócesis, el sacerdote Sascha-Philipp Geißler, es “un paso importante hacia el desarrollo de actitudes, alcanzar la justicia en nuestras escuelas y el fortalecimiento del profesorado y de todo el personal educativo”.
El vicario expresa que no se está introduciendo una nueva teología, sino más bien “la aceptación de la diversidad en cuanto a las orientaciones sexuales y la identidad de género”. También dijo que ellos están abogando “por una visión de la sexualidad que afirme la vida y, en este sentido, sea positiva”. Por su parte la arquidiócesis emitió un comunicado el 5 de junio en el que afirmaba que “se promueve activamente el reconocimiento de las diferentes identidades y orientaciones sexuales” y que “la discriminación y los tabúes” deben ser “desmantelados conscientemente”, declaraciones estas, que perfectamente podrían ser vehiculadas por organismos no católicos, y con visiones contrarias a la doctrina de la Iglesia.
En la misma línea Christopher Haep, director del departamento arquidiocesano de escuelas y universidades, afirmó que la arquidiócesis desea que las escuelas católicas “sean espacios seguros donde la sexualidad no sea un tabú, sino que se reconozca en toda su complejidad y dignidad”. Haep claramente habla de una evolución de la visión católica, que acompaña la evolución mundana: “Las perspectivas y los sistemas de valores han cambiado en las últimas décadas”, dijo, “y, por consiguiente, nosotros también debemos ser capaces de ofrecer respuestas contemporáneas a las preguntas de niños y jóvenes”.
Resumiendo todo ese nuevo afrontamiento de la educación sexual en las escuelas católicas de Hamburgo, Pentin escribe que “la arquidiócesis enumeró sus diferentes elementos, que incluyen ‘educación sexual holística’ (transmitida con ‘perspectiva de género’), la ‘promoción de la competencia relacional’ (gestión ‘de los sentimientos propios y ajenos’) y el empoderamiento de los jóvenes para que “desarrollen su identidad”.
“Se ofrecerán ‘oportunidades de entrenamiento y asesoramiento externo’, afirmó la arquidiócesis, mientras que Haep se jactó de que la arquidiócesis se posiciona ‘como pionera en una educación sexual con visión de futuro que combina los valores cristianos con la apertura y el respeto’”, resumen Pentin de esas nuevas líneas guía que entrarán en vigor en el año lectivo 2026-2027 en las 15 escuelas católicas de Hamburgo.
Es claro que tal cambio se hace en comunión con su obispo, Mons. Stefan Heße, quien ya en el 2018 pidió a la Iglesia un enfoque más abierto a la sexualidad y una reclasificación teológica de la homosexualidad.
Fuertes críticas
Importantes líderes católicos, abanderados en la lucha por la familia y el matrimonio, han puesto el grito en el cielo.
Afirman que esas líneas guía hacen parte de una supuesta “Educación Sexual Integral” basada en el trabajo de Uwe Sielert, profesor emérito de «ciencias sexuales» en la Universidad Christian-Albrechts de Kiel. Sieler, que algunos llaman de fundador del programa alemán de educación sexual, fue alumno del difunto profesor Helmut Kentler, quien, según DemoFürAlle, un grupo de defensa de la familia, fue un conocido defensor de la pedofilia, una “figura central en una red de abuso pedófilo” y el creador de la “educación sexual emancipadora” que se ha extendido por toda Alemania.
Kentler “construyó un universo de educación sexual con el Instituto de Educación Sexual, que fundó en 1988”, afirmó Hedwig von Beverfoerde, fundadora de DemoFürAlle. Sielert se convirtió entonces en “el vínculo entre las visiones de Kentler sobre educación sexual y los patrocinadores y facilitadores políticos”, antes de “transformar la agenda de Kentler”, complementando su enfoque “con la intención neo-emancipadora moderna de romper con las actitudes e imágenes hetero-normativas de los niños”.
En declaraciones dadas al National Catholic Register, Von Beverfoerde dijo que ese nuevo marco en Hamburgo “incorpora las ideas altamente cuestionables y poco científicas” de Kentler, “quien afirmó falsamente que los niños son seres inherentemente sexuales, una afirmación peligrosa que lleva a la idea de que los adultos tendrían que introducir a los niños en la sexualidad”.
Von Beverfoerde expresó que la ideología de Kentler se ha infiltrado en los programas universitarios y escolares, e incluso en los estándares de educación sexual de la Organización Mundial de la Salud para Europa. Además, afirmó que esa líneas guía de Hamburgo están “ideológicamente en consonancia con las ideas del Camino Sinodal, que buscan relativizar la enseñanza sexual católica”. La erosión de la doctrina en este campo “no es accidental”, añadió. “Forma parte de una agenda más amplia, por lo que es tan difícil de resistir”.
A su turno la escritora y socióloga católica alemana Gabriele Kuby también cree que el marco de Hamburgo está “en consonancia con las resoluciones” del Camino Sinodal alemán, proceso de cuatro años al interior de la Iglesia alemana. Kuby también lo ve como consecuencia no solo de lo que ha llamado una “recaída social en la barbarie del paganismo”, sino también de la incapacidad de contrarrestar adecuadamente el abandono de la moral sexual católica.
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