La Iglesia de Alemania, ahora embarcada en buena medida en el llamado Camino Sinodal, tiene pocos ‘resultados’ qué mostrar.
Redacción (16/07/2021 16:56, Gaudium Press) Reporta Juanjo Romero en Infocatolica los decrecientes números de la Iglesia católica en Alemania, tomados de los mismos datos que publica la conferencia episcopal de ese país, como es costumbre, en julio.
El resumen, dado en la misma nota por el autor, es que “el «Camino sinodal» no detiene la sangría”:
– 221.390 personas abandonaron la Iglesia católica en el 2020, algo menos que en 2019 en el que se llegó al récord, 272.771. Pero no deja de ser una cifra dramática: Es el segundo año de más apostasías. La disminución total del número de católicos es de 407.024 personas, incluyendo las defunciones. En 2020 el número de católicos en Alemania es de 22.193.347 personas.
– También bajó la proporción de los católicos en Alemania: En el 2020 representaban un 26,7 por ciento de la población total. En el 2019, eran un 27,2 por ciento.
Romero presenta otros datos ‘sin anestesia’:
– Menos bautismos: 104.610 (159.043 en 2019) sigue la tendencia descendente, lo que supone que año a año el «crecimiento orgánico» será menor.
– Muchas menos confirmaciones 75.387 (123,253 en 2019), probable efecto pandemia.
– Primeras Comuniones: 139.752 (166.481 en 2019)
– Menos de un tercio de bodas: 11.018 (38.537 en 2019)
– Eso sí, más funerales: 236.546 (233.937 en 2019)
– El número de sacerdotes disminuyó en 418 a 12.565 presbíteros. En el 2019 todavía había 12,983 sacerdotes.
Y algo que puede ser peor, si es que puede haber algo peor: la práctica religiosa baja al 5,9%. El año anterior ya era baja, con un 9,1%.
El presidente del episcopado alemán atribuye principalmente esta deriva a los casos de abuso sexual, de los que se ha hecho amplia publicidad. Y la solución es – en el fondo – más de lo mismo: “Tengo mucha esperanza en que el Camino Sinodal pueda hacer su contribución para generar una nueva confianza”, dice Mons. Georg Batzing. Camino Sinodal que es fundamentalmente el intento de oficialización de lo que ya se venía haciendo en muchas jurisdicciones, de abandono de la moral tradicional, y la introducción de elementos protestantes en la Iglesia, como lo ha calificado en días pasados el Cardenal Muller. Veremos. (CCD)
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