Cinco mujeres de Iglesia dirigen carta al Papa y a otras autoridades, acerca de nota del vicariato de Roma.
Redacción (20/09/2023 11:42, Gaudium Press) El site Italy Church Too, bajo el título “Rupnik exonerado, las víctimas censuradas y ridiculizadas”, ha publicado en el día de ayer una carta abierta firmada por cinco mujeres – una de ellas canonista, otra doctora en teología, una profesora de psicología en la Universidad Católica Portuguesa de Braga, otra licenciada en filosofía y otra licenciada en teología – dirigida a autoridades de la Iglesia, entre ellas el Papa, a raíz del comunicado del vicariato de Roma acerca de la visita canónica realizada al Centro Aletti, que es calificado por varios como un intento de reivindicación del ex jesuita Marko Rupnik, sacerdote acusado de múltiples abusos.
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A continuación nuestra versión del documento, desde el original en italiano:
Al Santo Padre el Papa Francisco
Al Cardenal Vicario De Donatis
Al cardenal Matteo Zuppi, presidente de la CEI [Conferencia Episcopal Italiana]
Al Cardenal João Braz de Aviz [prefecto del Dicasterio para los religiosos]
Los hechos y las notas de prensa que se sucedieron en los últimos días – la audiencia privada, luego hecha pública a través de imágenes difundidas en internet, concedida por el Papa a Maria Campatelli, ex religiosa de la Comunidad de Loyola y actual presidenta del Centro Aletti; y el comunicado difundido hoy con el reporte conclusivo de la visita canónica realizada a la comunidad del Centro Aletti – nos dejan sin palabras, sin voz para gritar nuestro desconcierto, nuestro escándalo.
En estos dos acontecimientos no casuales, incluso en su sucesión en el tiempo, reconocemos que a la Iglesia no le importan en absoluto las víctimas y quienes buscan justicia; y que la ‘tolerancia cero ante los abusos en la iglesia’ era sólo una campaña publicitaria, a la que siguieron acciones a menudo ocultas, que en cambio apoyaban y encubrían a los perpetradores de los abusos.
Nos hacen pensar que la retórica que vimos en el escenario de Lisboa durante los pasados julio y agosto es una palabra vacía (“¡Todos, todos, todos son acogidos en la iglesia!”), porque al final no hay lugar en esta Iglesia para aquellos recuerdan verdades incómodas.
No tenemos otras palabras, porque hemos expuesto todo el sufrimiento de las víctimas como una herida abierta, y ciertamente repugnante… Y las víctimas fueron, por tanto, censuradas por no haber sido discretas, sino haber expuesto algo repugnante: su dolor, la manipulación de quienes las defraudaron en nombre de Cristo, del amor espiritual, de la Trinidad. Han expuesto su dolor porque la manipulación y el abuso habían herido para siempre su dignidad.
Lo único que han recibido y siguen recibiendo es silencio. Sobre todo, las víctimas del abuso de poder de Ivanka Hosta (que durante treinta años encubrió las atrocidades de Rupnik y redujo a la esclavitud espiritual a quienes se oponían a sus planes de venganza) esperan desde hace más de un año una respuesta maternal, clara y definitiva. Pero sólo recibieron silencio. Y con esta relación publicada hoy, que exime a Rupnik de toda responsabilidad, ridiculiza el dolor de las víctimas, pero también el de toda la Iglesia, herida de muerte por tan ostentosa arrogancia.
Aquella conversación concedida por el Papa a Campatelli, en un ambiente tan familiar, fue arrojada en la cara de las víctimas (éstas y todas las víctimas de abusos); un encuentro que el Papa les negó. Ni siquiera respondió a cuatro cartas de otras religiosas y ex religiosas de la Comunidad de Loyola que se las hicieron entregar en julio de 2021.
Las víctimas son abandonadas en el grito sin voz de un nuevo abuso.
Fabrizia Raguso, profesora asociada de Psicología, Universidade Católica Portuguesa de Braga
Mira Stare, Dra. Theol. Universidad de Innsbruck
Gloria Branciani, Licenciada en Filosofía
Vida Bernard, Licenciada en Teología
Mirjam Kovac, doctorado en Derecho Canónico
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