jueves, 09 de octubre de 2025
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León XIV publica su primera exhortación apostólica, sobre la dimensión cristiana del amor a los pobres

Dilexi te (“Yo te he amado” Ap 3, 9), es una reflexión teológica y pastoral sobre la pobreza, el amor a los pobres, y el sentido cristiano de este amor.

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Redacción (09/10/2025 08:43, Gaudium Press) Ha sido dada a la luz la primera exhortación apostólica del Papa León XIV, Dilexi te (“Yo te he amado” Ap 3, 9), sobre la dimensión cristiana del amor a los pobres.

El texto, concebido por su antecesor, es una reflexión teológica y pastoral sobre la pobreza, el amor a los pobres, y el sentido cristiano de este amor.

Toma su título de una frase del Apocalipsis, “yo te he amado”, dirigida especialmente a quienes viven en condiciones de vulnerabilidad, la exhortación recuerda que el Señor tenía un afecto especial por los más pequeños, y resalta que “en los pobres, el Señor tiene todavía algo que decirnos”.

En el capítulo primero, el Papa recuerda el pasaje evangélico en el que los discípulos de Jesús critican a la mujer que derrama perfume finísimo sobre la cabeza de Jesús, mientras Él comía. “¿Para qué este derroche? Se hubiera podido vender el perfume a buen precio para repartir el dinero entre los pobres”, decían los discípulos. Pero el Señor respondió: “A los pobres los tendrán siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre” (Mt 26,8-9.11).

Entretanto, “Aquel Jesús que dice: ‘A los pobres los tendrán siempre con ustedes’ (Mt 26,11) expresa el mismo concepto que cuando promete a los discípulos: ‘Yo estaré siempre con ustedes’ (Mt 28,20). Y al mismo tiempo nos vienen a la mente aquellas palabras del Señor: ‘Cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’ (Mt 25,40). No estamos en el horizonte de la beneficencia, sino de la Revelación; el contacto con quien no tiene poder ni grandeza es un modo fundamental de encuentro con el Señor de la historia. En los pobres Él sigue teniendo algo que decirnos”, expresa León XIV.

Recoge el testimonio de la tradición cristiana

El documento ofrece una amplia exposición teológica, espiritual e histórica del compromiso cristiano con los pobres, en la que San Francisco de Asís ocupa un lugar especial: Se recuerda cómo su encuentro con los leprosos cambió su vida y desencadenó una renovación espiritual y social que sigue teniendo eco hoy.

Además se citan los testimonios de vida de otros santos que han tenido una relación especial con la pobreza humana: San Lorenzo, San Juan Crisóstomo, San Agustín, San Juan de Dios, San Camilo de Lelis, San Basilio, San Benito, San Bernardo de Claraval, las hijas de la caridad o las órdenes dedicadas a la redención de cautivos, como trinitarios y mercedarios. También las órdenes mendicantes.

Dilexi te insiste en que la atención a los pobres no es una opción secundaria ni una obra marginal, sino parte esencial de la identidad de la Iglesia: “Existe un vínculo inseparable entre nuestra fe y los pobres”, afirma León XIV.

Al mismo tiempo, el Pontífice reinante advierte de los riesgos de una cultura basada en el consumo y el éxito, que olvida a millones de personas que viven en condiciones indignas. La indiferencia ante la pobreza, incluso en los países desarrollados, es señal de una mentalidad que “descarta” a los más débiles, denuncia el texto.

El amor de Dios por los pobres

La exhortación recorre pasajes bíblicos del Antiguo y del Nuevo Testamento que muestran la caridad divina por los pobres, desde el llamado de Moisés ante la zarza ardiente hasta el juicio final descrito en Mateo 25.

Asimismo, el Papa León recuerda que esta opción preferencial no significa exclusión de otros, sino que expresa el modo en que Dios se acerca a toda la humanidad desde la fragilidad y la necesidad. Por ello, la pobreza de Cristo, su nacimiento humilde, su vida itinerante y su muerte en la cruz tienen un valor revelador y constituyen modelo para toda vida cristiana.

La exhortación dedica varios apartados a la atención de enfermos, prisioneros y marginados como lugares privilegiados del encuentro con Cristo. Desde los primeros siglos, la Iglesia ha desarrollado formas concretas de ayuda: hospitales, hospicios, redes de asistencia y consuelo que continúan hoy en las obras de muchas congregaciones religiosas. León XIV recuerda que esta tradición no es solo filantropía, sino una expresión eclesial de la fe donde la caridad toma forma concreta.

El Papa no deja de apuntar que la preocupación de la Iglesia por los pobres no se trata “sólo de la asistencia y del necesario compromiso por la justicia. Los creyentes deben darse cuenta de otra forma de incoherencia respecto a los pobres. En verdad, ‘la peor discriminación que sufren los pobres es la falta de atención espiritual […]. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria’”. Sin embargo, advierte igualmente que no se puede desvincular el impulso de la oración y la enseñanza de la verdadera doctrina “de la promoción integral” humana, pensando que esto es solo tarea de los gobiernos.

El Papa confirma que “la ayuda más importante para una persona pobre es promoverla a tener un buen trabajo, para que pueda ganarse una vida más acorde a su dignidad, desarrollando sus capacidades y ofreciendo su esfuerzo personal”. Sin embargo, “si aún no existe esta posibilidad concreta, no podemos correr el riesgo de dejar una persona abandonada a su suerte”, por lo que debe ser objeto de la limosna cristiana. Es claro también que “la limosna no exime de sus responsabilidades a las autoridades competentes, ni elimina el compromiso organizado de las instituciones, y mucho menos sustituye la lucha legítima por la justicia. Sin embargo, invita al menos a detenerse y a mirar al pobre a la cara, a tocarle y compartir con él algo de lo suyo”.

Resumen esquemático de la exhortación apostólica “Dilexi te”

1. Introducción y origen del texto

Iniciado por el papa Francisco y completado por León XIV.

Inspirado en la frase «yo te he amado» (Ap 3,9).

Vinculación con la encíclica Dilexit nos.

2. Fundamentos bíblicos

Amor de Dios revelado en la atención a los pobres.

Cristo como pobre y cercano a los marginados.

Juicio final como evaluación del amor concreto al necesitado.

3. Tradición de la Iglesia

Ejemplos patrísticos y hagiográficos.

Vida monástica como servicio al pobre.

Caridad como signo de santidad.

4. Diagnóstico de la pobreza actual

Formas múltiples de pobreza (material, social, espiritual).

Crítica a la meritocracia como justificación de la exclusión.

Desigualdades persistentes en contextos desarrollados.

5. Llamada a una Iglesia comprometida

Vocación de ser «Iglesia pobre y para los pobres».

Denuncia de ideologías que relativizan el sufrimiento.

Invitación a redescubrir el Evangelio como fuente de conversión.

6. Acciones concretas y testigos

Atención a enfermos, presos y marginados.

Papel de las mujeres consagradas en la asistencia sanitaria.

Caridad como expresión del verdadero culto cristiano.

7. Conclusión

Los pobres como lugar de encuentro con Cristo.

La caridad no es opcional, sino exigencia del Evangelio.

Invitación a vivir la fe con gestos concretos.

Para conocer el texto completo de Dilexi te, hacer clic aquí.

Con información de Infocatólica.

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