jueves, 21 de agosto de 2025
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Lola González-Pinto: la joven que transforma su parálisis cerebral en testimonio de fe y gratitud

Con apenas 20 años, Lola inspira a miles desde su silla de ruedas, convencida de que su vida es un regalo y que Dios la eligió para una misión especial.

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Foto: @desdemisilaa

Redacción (21/08/2025 12:07, Gaudium Press) Con poco más de 20 años, Lola González-Pinto se ha convertido en un referente de inspiración. Recién graduada en Derecho, conferenciante e influencer, cada día habla a miles de personas a través de su cuenta de Instagram @desdemisilaa, desde donde comparte su vida, reflexiones y, sobre todo, su visión de fe.

La joven, que nació de forma prematura dos meses y medio antes de lo previsto, vive con una parálisis cerebral que afecta a sus dos piernas y a su brazo derecho. Sin embargo, lejos de considerarlo un obstáculo insalvable, Lola lo interpreta como parte del plan de Dios en su vida: “Si me ha puesto esto a mí, es porque quiere de mí algo que no quiere de los demás”

Su mensaje gira en torno a una pregunta clave: “no preguntarse ¿por qué?, sino ¿para qué?”. Esa mirada es la que la ha llevado a ofrecer charlas, conceder entrevistas en medios como La Linterna de la Iglesia (COPE) —programa de radio español— o en CEU Talks —Iniciativa de la Fundación Universitaria San Pablo espacios de diálogo y reflexión sobre temas de interés en educación, valores, sociedad, y empleabilidad—, y a convertirse en una voz que anima a quienes atraviesan dificultades similares.

Desde muy pequeña lo he normalizado

Lola recuerda que durante su infancia hubo momentos de dolor e incertidumbre, pero con el tiempo aprendió a asumir su condición.“Cuando era pequeña tenía más momentos de preguntarme por qué me ha pasado esto. Pero pasa el tiempo y al final asimilas y entiendes que, si esto es lo que te ha tocado vivir, lo tienes que hacer con la mejor de las sonrisas. Una vez lo entiendes, es mucho más fácil”, explicó en una de sus conferencias.

Su familia jugó un papel decisivo en su camino.

A los ocho años comenzó a estudiar en un colegio ordinario de chicas, el Fomento Torrevelo – Peñalabra, España, una decisión que agradece: “una de las mejores decisiones que han tomado mis padres en mi vida”.

Desde el primer día, sus compañeras le demostraron apoyo incondicional. “Llegué y todo era a ver quién me cogía la silla primero, la comida, quién me ayudaba a ir al baño, hacían cola en clase para ver quién me ayudaba. Todo era normal, me apuntaba a todos los planes, convivencias y viajes”, recuerda Lola con mucha emoción

En su Instagram, al compartir una foto de graduación, Lola volvió a agradecer aquella etapa: “En el cole he sido feliz, muy feliz y en gran parte gracias a mi clase en la que siempre reinaba el caos y el desorden, pero que te reías incluso el lunes más triste y gris del año. Gracias, gracias y gracias a cada una de vosotras por hacerme tan feliz y dedicar un minuto de vuestro tiempo a ayudarme. Una parte muy importante también de mi paso por el colegio son las profesoras, siempre dispuestas a ayudarme y ponerme todas las facilidades posibles”.

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Foto: @desdemisilaa

“No cambiaría mi vida, estoy agradecida de verdad”

Lejos de querer otra realidad, Lola asegura que su vida es exactamente como debe ser. “No sería yo”, dice con convicción, al afirmar que su discapacidad le ha enseñado “más cosas positivas que negativas”. Incluso publicó en su cuenta los motivos por los que se siente profundamente agradecida:

“Gracias a mi discapacidad por enseñarme a vivir;

A vivir fuerte

A vivir valiente

A vivir sin miedo,

A vivir sonriendo,

A vivir agradecida,

A vivir esforzándome,

A vivir valorando,

A vivir siendo distinta,

A vivir siendo capaz”.

No es fácil

A pesar de la alegría que transmite, Lola no oculta la dureza de su día a día.

Con honestidad, admite que estar en una silla de ruedas trae consigo renuncias y esfuerzo constante. “Aunque siempre intenté mostrar mi mejor cara, estar en una silla es algo duro. Es duro el tener que renunciar a algunas cosas, es duro el que las cosas te cuesten el triple que a los demás, es duro el tener que ir a rehabilitación todas las semanas sabiendo que, aun así, hay muchas situaciones en las que vas a tener que depender de alguien para que te ayude”, escribió en una de sus publicaciones.

También reconoce que tiene días de bajón, aunque siempre termina transformando esas emociones en gratitud y mucha fe: “Suele terminar preguntándome para qué me han puesto este camino en la vida antes que el por qué. Como siempre digo, siempre hay alguien al lado que está mucho peor que yo, recordándome la suerte que tengo por la gente que tengo a mi lado y lo tremendamente feliz que soy”.

Si Dios ha puesto esto en mi vida es por algo

La fe ocupa un lugar esencial en su vida. “Si Dios ha puesto esto en mi camino y en mi vida, es por algo y para algo, para contar mi vida y mi historia, porque quiere algo especial”, asegura de manera muy convencida.

Esa convicción se traduce en cada mensaje que comparte con sus seguidores, alentando a familias y personas con discapacidad a no rendirse. “Se puede ser igual de feliz, o incluso más, que alguien que ande”, lo dice aconsejando a los padres que animen a sus hijos a moverse, a no limitarse y a luchar por una vida lo más normal posible.

Mirando al futuro

Tras haber concluido su carrera de Derecho, Lola se prepara ahora para opositar y sueña con ser funcionaria. Pero su proyecto personal va más allá: “me gustaría montar una asociación para toda esa gente como yo que no ha tenido la suerte de poder tratarse como yo”. Mientras tanto, sigue compartiendo en sus redes sociales cada paso de su vida, mostrando sin filtros su realidad, sus luchas y, sobre todo, su alegría de vivir. Porque como ella misma dice, “soy afortunada: Dios me ayuda y ha puesto esto para algo”.

La historia de Lola, una joven con parálisis cerebral que salió adelante, es la de alguien que eligió transformar las dificultades en sonrisas, la fragilidad en fortaleza y la fe en motor de vida. Con cada una de sus palabras nos hace recordar que la verdadera felicidad no depende de lo que nos falte, sino de lo que somos capaces de agradecer y entregar. Porque como ella misma dice, “si Dios ha puesto esto en mi vida, es por algo”, y ese “algo” es hoy luz para quienes la escuchan y la siguen.

Con información de Religión en Libertad

 

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