Desde la visita apostólica que se desarrolló en su diócesis, a mediados de año, por parte del Dicasterio para los Obispos, varios previeron que el proceso terminaría en el apartamiento de Mons. Joseph Strickland de su diócesis de Tyler, en Texas.
Redacción (14/09/2023 12:03, Gaudium Press) Desde la visita apostólica que se desarrolló en su diócesis, a mediados de año, por parte del Dicasterio para los Obispos, varios previeron que el proceso terminaría en el apartamiento de Mons. Joseph Strickland de su diócesis de Tyler, en Texas.
Ahora algunos medios informan que el pasado 9 de septiembre el Papa se reunión con Mons. Robert Prevost, prefecto del Dicasterio para los Obispos, y con Mons. Cristophe Pierre, Nuncio en los EE.UU., para hablar de los resultados de la visita apostólica y de la posible salidad del prelado.
“La situación del obispo Strickland está en la agenda”, dijo a The Pillar Catholic un alto funcionario cercano al dicasterio, “y la expectativa es que el Santo Padre solicite su renuncia; esa será sin duda la recomendación que se le haga”.
Y aunque la visita apostólica no versó sobre los posicionamientos doctrinarios de Mons. Strickland, conservadores, sino sobre aspectos de su gestión de gobierno y económica, nadie se llama a duda de que el móvil principal son las afirmaciones críticas emitidas por el Obispo, quien llegó a afirmar que Francisco tiene un “programa [para] minar el depósito de la Fe”.
Afirmaron fuentes vaticanas que sería muy raro que el Papa depusiera al Obispo, algo inusual, pero que sí se le invitaría a ofrecer su renuncia.
Mientras los acontecimientos se desarrollan, Mons. Strickland acaba de publicar una carta pastoral donde trata de la correcta recepción de los sacramentos, y la doctrina del pecado grave, acentuando su caracterización como un prelado conservador.
Entre tanto, no es claro que una sugerencia o presión vaticana fuerce la renuncia del Obispo, quien ya declaró que “no me detendrán”. “Cuando hablamos la verdad de Jesucristo, no hay nada políticamente correcto. Y el mundo puede intentar apagarnos, pero no funcionará”.
La situación del prelado, si se eleva a niveles de tensión máximos, no dejará de representar un nuevo dolor de cabeza con la Iglesia americana, en varios sectores dolida por lo que consideran el no aprecio que se le tiene en el actual pontificado, algo que habría sido ratificado en comentarios del Pontífice emitidos en Portugal acerca de sectores reaccionarios en la Iglesia de EE.UU., que tienen una visión indietrista e ideologizada. Además la deposición del Obispo no dejará de suscitar los requerimientos de quienes se preguntan por qué prelados que abiertamente chocan con la doctrina bimilenaria de la Iglesia no han sido sujetos de ese tipo de puniciones.
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