Tres días plenos de ceremonias, ricos en significados y cargados de espiritualidad que anteceden inmediatamente a la Pascua. Breve explicación.
Redacción (16/04/2025 14:53, Gaudium Press) Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo: estos son los tres días de la Semana Santa que componen el llamado Triduo Pascual, tres días plenos de ceremonias, ricos en significados y cargados de espiritualidad que anteceden inmediatamente a la Pascua.
Jueves Santo, el inicio del triduo
El Triduo Pascual comienza el Jueves Santo.
Una de las ceremonias litúrgicas del Jueves Santo es la bendición de los santos óleos usados durante todo el año por las parroquias. Son tres los óleos bendecidos en esta celebración: el del Crisma, de los Catecúmenos y de los Enfermos.
El Jueves Santo se conmemora también la institución del sacerdocio católico.
Es durante la Misa del Jueves Santo que se realiza la ceremonia del rito del lava-pies. En esa ceremonia es hecha la memoria del gesto realizado por Nuestro Señor Jesucristo en la Última Cena, cuando Él lavó y besó los pies de los apóstoles.
El Jueves Santo es también el día en que se celebra la institución de la Eucaristía.
Con la Santa Misa de la Cena del Señor, celebrada en la tarde o la noche del Jueves Santo, la Iglesia da inicio al llamado Triduo Pascual y hace memoria de la Última Cena, cuando Jesús, en la noche en que fue traicionado, ofreció al Padre su Cuerpo y Sangre bajo las especies del Pan y del Vino, y los entregó a los apóstoles para que los tomasen, mandando que sus sucesores también los ofreciesen al pueblo fiel.
Al final de la Santa Misa no es dada la bendición final y la despedida, pues luego después de la oración tras la Comunión, la Sagrada Eucaristía es llevada en procesión, a la urna preparada para eso que es llamada de Monumento.
El Santísimo Sacramento, por tanto, no queda en el sagrario, como habitualmente. Delante del Altar-Monumento se inicia, entonces, la vigilia de adoración al Santísimo Sacramento, que recuerda cuando Jesús fue prendido por soldados en el Huerto de los Olivos, para luego ser llevado ante Pilatos y Herodes, es decir, se venera a Jesús-Prisionero de las fuerzas humanas movidas por el maligno. Esta vigilia puede prolongarse hasta momentos antes del inicio de la Celebración del Viernes Santo.
Viernes Santo, segundo día del Triduo Pascual
El Viernes Santo, conocido también como Viernes de la Pasión, es el segundo día del Triduo Pascual. En él no se celebra Misa en todas las Iglesias del mundo. Es un día en que los católicos practican ayuno y abstinencia. En este día, a las tres horas de la tarde, la de la muerte de Nuestro Señor, es realizada la Celebración de la Pasión de Cristo.
Hay un acto simbólico muy expresivo y propio de este día: la veneración de la Santa Cruz, momento en que el madero de la Cruz es presentado solemnemente a la comunidad.
Aunque no sea una Misa, en esa celebración se distribuye la Sagrada Eucaristía utilizando las especies consagradas el Jueves Santo. Las partículas que no fueron consumidas son llevadas a un lugar apropiado, fuera de la iglesia. En esta ocasión el sagrario queda vacío y su puerta enteramente abierta, como señal de que el Santísimo ya no está allí presente, pues Jesús ha muerto.
Es realizada, entonces el llamado “desnudamiento del altar”, cuando son retirados los manteles que lo cubren, las flores y cualquier otro ornamento que esté sobre él.
Una costumbre muy difundida entre los fieles es que en el Viernes Santo se realizado, a la noche, una procesión con las imágenes de Jesús Muerto y de Nuestra Señora de los Dolores.
Sábado Santo, tercer día del Triduo Pascual
El tercer día del Triduo Pascual es el Sábado Santo. Conocido también como Sábado del Aleluya o Vigilia de la Pascua o Vigilia Pascual.
Las iglesias que, desde el final de la Celebración del Viernes Santo permanecen con el sagrario abierto, sin la presencia de Jesús Eucarístico, a veces quedan cerradas, o, entonces, quedan abiertas pero no es realizada ninguna celebración Eucarística. Es un día de gran silencio y de “luto”, en respeto por la muerte de Jesús.
Durante el Sábado Santo, la Iglesia permanece junto al sepulcro del Señor, esperando, en la oración y el ayuno, su Resurrección. Todos los elementos especiales de la vigilia quieren resaltar el contenido fundamental de la noche: la Pascua del Señor, su paso de la muerte a la vida.
Es en la noche de ese sábado que es realizada la Misa de la Vigilia Pascual o Sábado Santo.
Con frecuencia ella ocurre alrededor de la medianoche, celebrando, entonces, la Resurrección del Salvador. En la ceremonia que antecede esta Misa Pascual, es realizada la bendición del Fuego y el Agua.
También es en esa ocasión que se realiza la procesión con el Cirio Pascual, una vela grande que simboliza a Cristo resucitado, la Luz del mundo, vencedor de las tinieblas.
En seguida es hecha la renovación de las promesas del bautismo y celebrada la solemne Misa de la Pascua. (JSG)
Deje su Comentario