El amor a la Virgen de un gran santo. Los principios fundamentales de la mariología.
Redacción (18/01/2022 15:22, Gaudium Press) Parece que por estos días, y como un regalo de la Madre de Dios para sus fieles de estos conturbados días, todo lo que tenga que ver con su devoción viene con una “fuerza” especial.
Por ejemplo, la lectura de obras como “La Mariología de San Lorenzo de Brindisi” del famoso P. Roschini (1), que nos ilustran y llenan de confianza en intercesión de quien es la ‘Omnipotencia Suplicante’, pues todo lo que Ella pide a Dios Dios lo concede.
Resalta el P. Roschini los principios mariológicos fundamentales en San Lorenzo, que hoy en día son los pilares de toda Mariología que se precie de serlo.
– El primario, y es que “es verdaderamente la primera y la más grande dignidad de María [su maternidad divina]; es la dignidad de la cual deriva, como de la fuente primitiva, toda la gloria y el honor que se le debe”.
Pero también, para intentar conocerla, son importantísimos los que llama principios fundamentales secundarios, que son:
– El principio de singularidad, es decir, que la Virgen es una criatura del todo singular, que ella es todo un milagro, “de modo que solo Dios puede comprenderla adecuadamente. Esta, en rápida síntesis, es la Virgen de San Lorenzo”.
– El principio de conveniencia, compartido con el Dr. Angélico, Santo Tomas, por el cual se afirma que “cuando Dios escoge a alguno para un estado u oficio, prepara también y dispone las cosas de modo a que el elegido sea idóneo a la dignidad a la cual viene llamado”. Pero siendo el llamado de la Virgen el de ser digna Madre de Dios y digna Esposa de Dios, los elementos para conceder tal dignidad eran los máximos.
– El principio de eminencia, que San Lorenzo enuncia de la siguiente manera: “Todo aquello que de virtud, de santidad, de bondad ha encontrado Dios en la Iglesia y en el paraíso, en los hombres y en los ángeles, lo tomó para adornar a la Virgen con la dignidad del Hijo Unigénito, a fin de que ella fuese el paraíso y las delicias de Dios”.
– Y el principio de analogía y semejanza con Cristo, que San Lorenzo enuncia “de modo preciso”, diciendo que María “es en todo similar a Cristo. Es similar a Cristo en todo, en el cuerpo y en el alma, como la luna llena es similar al sol, como la primera mujer es similar al hombre”. También lo afirma diciendo que “María es en todo modo similar a Cristo, como la luna al sol, como Eva a Adán; similar en la predestinación, en la vocación, en la justificación, en la glorificación. Se sienta Cristo a la diestra de Dios sobre todos los angeles, reyes y sumos emperadores; se sienta María a la diestra de Cristo, suma Reina y emperatriz del cielo y de los ángeles”.
¡Dios mío, cuanto nos falta por descubrir de la Virgen!, y nunca será suficiente, porque ella es el paraíso inconmensurable de Dios.
Pero para ir paliando un tanto la sed de María que nos debe consumir, alimentemos nuestro amor a Ella con algunos títulos que San Lorenzo le adjudica, todos ellos basados en el mejor conocimiento de la fe:
La Virgen es:
la Esposa de Dios,
el Tesoro de Dios,
la Novedad de Dios sobre la Tierra,
la Obra Maestra de Dios,
el Mayor Signo de Dios,
la Obra Maestra del Omnipotente,
la Madre Universal,
la Madre que abarca al Creador y a la criatura,
la Madre del Cristo Total,
la Madre del Cristo Místico,
y un largo etc., porque ella es verdaderamente inconmensurable…
Por Saúl Castiblanco
1. P. Gabriele Roschini OSM. La Mariologia di S. Lorenzo da Brindisi. Gregoriana Editrice in Padova. 1951
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