Miles de fieles acudieron para recibir el sacramento de la Reconciliación, participar en las Eucaristías y rezar delante de la imagen del Divino Niño.
Redacción (09/09/2025 16:01, Gaudium Press) En el año 1636, Nuestro Señor se le apareció a la venerable Margarita del Santísimo Sacramento y le hizo una promesa: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia, y tu oración será escuchada”.
Muchísimos devotos en el mundo entero han pedido favores a Dios por los méritos de la infancia de Jesús y han obtenido favores admirables.
Para agradecer esos favores, unas diez mil personas llenaron completamente la plaza del Santuario dedicado al Divino Niño este domingo 7 de septiembre, y así celebrar los 90 años de esa devoción nacida en el barrio Veinte de Julio de Bogotá de la mano del sacerdote salesiano Juan del Rizzo y de donde se extendió a otros países.
Se trató de una celebración que comenzó nueve días antes con el rezo de la tradicional novena y continuó con varias actividades el sábado 6, como el almuerzo brindado a unos mil niños de las casas salesianas y la Misa presidida por el Obispo Auxiliar de Bogotá, Mons. Alejandro Díaz García.
En el día central, que tiene lugar el primer domingo de septiembre, el santuario fue visitado desde horas de la mañana por miles de fieles, que acudían para recibir el sacramento de la Reconciliación, participar en alguna de las varias Eucaristías programadas y rezar delante de la imagen original del Divino Niño, expuesta en una capilla en la parte posterior del templo.
La Misa principal fue celebrada al mediodía por el P. Rubén Darío Jaramillo, superior de la provincia salesiana San Pedro Claver de Bogotá, acompañado de varios sacerdotes del santuario.
Como cada año, la Eucaristía fue precedida por la procesión de la imagen del Divino Niño por las calles del barrio Veinte de Julio. En esta ocasión el anda partió desde la Ciudadela María Micaela y fue llevada por un grupo de peregrinos mexicanos.
Aunque por momentos cayó una ligera lluvia, los fieles acompañaron el recorrido con el rezo del Rosario y varios cantos, mientras adelante iban pequeños integrantes de los Amiguitos del Divino Niño —una de las varias pastorales salesianas—, vestidos con trajes similares al de la imagen.
La procesión culminó con el ingreso de la imagen a la plaza principal del Santuario del Divino Niño, donde fue recibida con el repicar de las campanas y los aplausos de las miles de personas que aguardaban el inicio de la Eucaristía central.
Ser testigos de Jesús
En su homilía, el P. Jaramillo destacó la devoción al Divino Niño, “que venimos cultivando desde hace 90 años” y que congrega a miles de personas para que “con fe, con devoción” le presenten sus intenciones.
“¿Quién es el Niño Jesús?”, preguntó el sacerdote, para luego explicar que, como dice el Evangelio, es “Aquel que crecía en gracia, sabiduría y santidad. Aquel que es puesto para levantar a las naciones trayendo la salvación”.
Pero también es Aquel “que se encuentra también lleno de sabiduría conversando con los maestros de la ley”, y quien ya de adulto señala que quien no esté dispuesto a tomar su cruz y seguirlo no puede ser discípulo suyo.
“Así se nos presenta el Niño que ha crecido y que empieza su misión pública llamándonos a su seguimiento. Entonces, celebrando la fiesta del Niño Jesús, tenemos que pedirle que nos alcance la gracia de saber escuchar su palabra, la invitación a seguirlo con fidelidad”, expresó.
Para ello, explicó, los católicos necesitan desprenderse de todo aquello que los ata a las cosas del mundo y que puede ser un obstáculo para la relación con Cristo. “Nos pide que revisemos si realmente somos capaces de negarnos a nosotros mismos”.
En ese sentido, el sacerdote salesiano alentó a pedirle a Dios que conceda a los fieles “la abundancia de su Espíritu”.
“Pidámosle esto al Señor, celebrando la fiesta del Niño Jesús que inculca en nosotros la abundancia del Espíritu como lo hizo en María Santísima (…), que nos conceda la gracia de poder experimentar ese crecimiento que experimenta Jesús” en gracia, sabiduría y santidad.
En el caso de Colombia, el P. Jaramillo dijo que sólo así se podrá construir un país con gracia, sabiduría y santidad. “Solamente así venceremos la mentira, el engaño, la falsedad, la corrupción, solamente así seremos la humanidad colombiana que el Señor quiere”, afirmó.
La ceremonia culminó con la bendición de las imágenes del Divino Niño que los fieles llevaron a la Misa.
Actualmente, esta devoción está presente en varios países, como México, República Dominicana, Perú, Ecuador y otros más.
Con información de Aciprensa y www.ninojesus20dejulio.org.
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