El Arzobispo hizo un llamado a dejar de lado las divisiones tribales, la hipocresía y la brujería, para vivir una fe auténtica guiada por el Espíritu Santo.
Mons. Inácio Saúre, Arzobispo de Nampula, Mozambique, durante las confirmaciones en la Parroquia San Juan de Dios. Foto: ©Cremildo Alexandre, Rádio Encontro.
Redacción (13/10/2025 12:38, Gaudium Press) La Parroquia de San Juan de Dios, en la Arquidiócesis de Nampula, Mozambique, vivió este sábado 11 de octubre una celebración marcada por la alegría y por la fe, cuando más de 400 fieles recibieron el sacramento de la Confirmación.
La Eucaristía fue presidida por el Arzobispo de Nampula, Mons. Inácio Saúre, quien destacó la importancia de la madurez cristiana y del compromiso con la Iglesia después de la Confirmación.
En su homilía, Mons. Inácio llamó la atención de los fieles para la necesidad de prepararse con seriedad antes de recibir los sacramentos, afirmando que “no se puede engañar a Dios”.
El prelado advirtió contra la hipocresía y las divisiones basadas en tribus u orígenes, subrayando que el Espíritu Santo debe unir a los cristianos en un solo lenguaje: el del amor. “Es necesario acabar con la magia y con las separaciones. En Cristo, somos todos hermanos”, dijo el Arzobispo.
En un tono pastoral y cercano, Mons. Inácio invitó a los confirmandos a vivir como “perfume de Cristo” en la sociedad, siendo testimonios de la fe en las familias, en las escuelas y en los locales de trabajo.
El Arzobispo alertó también sobre el peligro de muchos cristianos de apartarse de la Iglesia después de recibir la Confirmación, recordando que “la Confirmación no es un certificado de fuga de la Iglesia, sino un llamado a la misión”.
Los recién confirmados manifestaron alegría y compromiso en servir a la Iglesia. “Quiero ser catequista para enseñar la fe y ayudar a otros a conocer a Dios”, dijo Marília Júlio Napiri, una de las jóvenes confirmadas.
Otro participante, Roberto Deomede, afirmó que la Confirmación fue “un momento de renovación y crecimiento en la fe”.
La celebración, animada por cánticos y momentos de oración, reforzó el espíritu de unidad entre las comunidades parroquiales y fue clausurada con el envío misionero de los nuevos confirmados, que prometieron vivir y difundir el amor de Cristo en todos los ambientes.
Con información de Vatican News. Traducción de Gaudium Press.
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