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Las religiosas de clausura pidieron que les enviaran intenciones de oración y recibieron más de siete mil correos con nombres de más de 15 mil fieles.
La iniciativa comprueba el poder de la oración y la gran necesidad de los fieles, afirmó la Hna. Goncet. Foto: Fr. Lawrence Lew, O.P.
Sevilla (03/05/2020 12:30:49, Gaudium Press) La Hna. Rocío Goncet, religiosa dominica del Monasterio de Santa María la Real en Sevilla, España, reportó a la revista española Alfa y Omega que su comunidad de clausura ha tenido un notable éxito en una convocatoria de intenciones de oración durante la pandemia de coronavirus. Al pedir que se encomendaran a sus oraciones personas concretas, recibieron siete mil correos electrónicos con nombres de más de 15 mil personas.
«Nos hemos visto desbordadas», confesó la religiosa, quien indicó que la comunidad ha recibido apoyo de otros monasterios, como el de las Concepcionistas Franciscanas de Goa, India. «La idea era encomendar a cada hermana una intención de oración concreta, pero han llegado muchos más emails que el número de religiosas que participábamos en la iniciativa».
Unidas en oración desde la clausura
Eso no quiere decir que los fieles se quedaran sin quien ore por ellos. Las intenciones ahora son comunitarias y la totalidad de los monasterios ofrece su intercesión por ellas. Las peticiones de oración llegaron de países variados como Alemania, Reino Unido e Italia en Europa. Pero también escribieron numerosos creyentes en países como México, Argentina, Venezuela o Canadá.
Las oraciones no son únicamente terrenas. Según informó la Hna. Goncet, la Superiora de la comunidad de las Oblatas de Cristo Sacerdote de Huelva, Hna. Pilar Adámez, falleció el pasado 28 de abril, tras contraer el virus. La religiosa también se había unido a la iniciativa y terminó su vida «rezando por aquellos que nos pedían oraciones».
«Todavía no nos hemos planteado lo que pasará con la cadena de oración una vez que termine la pandemia», concluyó la Hna Goncet. «Pero se ha creado una fraternidad muy bella entre las personas y las comunidades y esto no se va a acabar tan fácilmente».
Con información de Alfa y Omega.
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