El Dicasterio para los religiosos ha emitido un decreto. Pero el abogado de las religiosas dice que continuará con el pleito civil.
Redacción (01/06/2023 11:30, Gaudium Press) La noticia del conflicto entre el Obispo de Forth Worth con un monasterio de carmelitas descalzas ubicado en su jurisdicción ya es noticia mundial, aunque Mons. Michael Olson lo deplore.
Es comprensible que el prelado no guste que se haya conocido por doquier que ha restringido los sacramentos de las religiosas, negándoles la misa diaria y la confesión, solo autorizando la misa dominical y la confesión pascual. Es explicable que no agrade al Obispo que se sepa – que en su investigación por una supuesta aventura de la superiora, Madre Teresa Agnes Gerlach, con un sacerdote – él haya ordenado la confiscación del computador de escritorio, el laptop y el teléfono móvil de la religiosa.
Tampoco parece ser simpático para la Opinión el que se sepa que el Obispo no permitió a las religiosas escoger su propio abogado canónico sino que él mismo lo designó, algo que evidentemente levanta dudas sobre la imparcialidad de la defensoría de este designado. Asimismo, de acuerdo a algunas versiones, el Obispo habría amenazado a las religiosas de despedirlas si ellas obstaculizaban su investigación.
Pero qué se le va a hacer: en estos tiempos de redes y de inmediatez, en los que una inquieta campesina de la pampa argentina puede pedir una bufanda chic a la China vía Alibaba.com, pues las cosas corren, las cosas escalan, las cosas se saben, y las cosas pueden alcanzar escenarios de públicos mundiales como es ya este caso.
Es claro también que las cosas pueden tener muchas aristas, recovecos y contrafuertes, y que a veces la inmediatez del mundo digital inhibe juzgar las cosas en profundidad ni en objetividad. Pero la mejor forma de favorecer una opinión correctamente informada que tome una posición objetiva, es la trasparencia completa, esa que muchas veces llega cuando el asunto ya es muy público.
Histórico
A finales de abril la diócesis de Forth Worth inicia una investigación sobre una supuesta falta en materia de sexto mandamiento de la superiora del Monasterio de la Santísima Trinidad de Arlington (Texas), con un sacerdote de una jurisdicción ajena a la de Mons. Olson. (Nota al margen: Al lado de lo repugnante que para aún muchas mentalidades sería si esto se comprobase, muchos también se preguntan que ocurriría si la Iglesia se pusiese a investigar y penalizar con dedicación y finura todas las faltas de sexto de los miembros del clero, regular cuanto secular, el bajo y el alto…)
Las religiosas no se quedaron de brazos cruzados, sino que instauraron una demanda civil contra el Obispo y la diócesis, pidiendo una medida de protección, acusando a Mons. Olson, además de la indebida confiscación, de interrogatorios vejatorios.
Asimismo, las monjas arguyeron ante el Vaticano que por ser el monasterio canónicamente autónomo, y ser dependientes solo de la jurisdicción de la Santa Sede, las intervenciones de la diócesis y el Obispo no tendrían base legal.
Ahora se publica que desde Roma el dicasterio del Cardenal Braz de Aviz ha emitido un decreto, dando toda la autoridad al Obispo, y nombrándolo a él mismo Comisario Pontificio de las religiosas.
En el entreacto, Mons. Olson había enviado una carta a las religiosas, no muy amena, en las que las acusaba de incitar al “odio y la animosidad”. También se quejaba de la demanda civil de la religiosas, la cual contenía “una narrativa falsa a la investigación pendiente”.
Ahora vigora, pues, el decreto vaticano que es más que sintético, pero contundente como una piedra.
Dice este que tras considerar “la particular situación del monasterio ‘Saint Joseph’ de las religiosas Carmelitas Descalzas de Arlington”, nombra a Mons. Olson “Comisario Pontificio” del mismo con “plenos poderes de gobierno y con facultad de nombrar, en su caso, a las monjas que asuman los roles de veduría de los miembros de la comunidad, representante legal, tesorera, etc.”. Además el decreto subsana todos los actos administrativos y legales previos del Obispo.
Los términos y prescripciones del decreto del dicasterio para los religiosos, en el sentir de varios, ya influyen en la investigación canónica que se lleva contra la religiosa, pues no quedaría nada bien el Obispo Olson si esta investigación concluyese con que la Madre Gerlach es inocente de lo que se la acusa. ¿No hubiera sido más razonable nombrar a otro prelado Comisario Pontificio, diferente a quien ya ha acusado a las religiosas de diversas actitudes malas y tiene su ánimo comprometido?
Fallos en el decreto
En cualquier caso, el abogado de las Carmelitas no ha dejado de apuntar fallos en el decreto, según reporta The Pillar Catholic:
Primero, informa el medio católico americano, que “fuentes en Roma dijeron a The Pillar que estaban sorprendidas de que el decreto fuese firmado por el Arzobispo José Carballo, el secretario del dicasterio, en lugar de su prefecto, el Cardenal João Braz de Aviz, como es costumbre”.
Pero ayer de noche, el abogado Matthew Bobo ya manifestaba que el número del decreto Vaticano “2256/2020”, “no es ni correcto ni asociado con este caso”, pues el guarismo 2020 estaría indicando que un caso concerniente al monasterio se habría levantado en ese año.
Apuntó también el abogado de las monjas que la referencia habida en el decreto al Monasterio de ‘San José’ es equívoca, pues el monasterio está consagrado a la Santísima Trinidad y no al Patrono de la Iglesia. Esto sería una gruesa equivocación, que no se compagina con lo dicho al inicio del decreto, el cual afirma que su contenido viene después de una “cuidadosa consideración de la particular situación del Monasterio…”. De hecho, hay varios monasterios carmelitas dedicados a San José en los EE.UU.
El abogado “Bobo argumentó que los aparentes errores del decreto, combinados con el hecho de que el decreto no se envió al abogado canónico de las monjas, podrían cuestionar la validez del decreto, un argumento que parece poco probable que tenga apoyo en Roma”, expresa The Pillar.
Asimismo, según The Pillar, “El decreto también marca una desviación de una reforma canónica reciente del Papa Francisco, quien el año pasado hizo cambios a la ley canónica eliminando al obispo diocesano del proceso de determinar si una monja en un monasterio autónomo puede ser despedida”.
Igualmente, la supuesta auto-incriminación de la Superiora, que habría dado inicio a la investigación, no tendría validez jurídica, pues fue una declaración hecha por la Madre Teresa Agnes en diciembre de 2022, cuando la monja había recibido fuertes medicamentos tras una serie de problemas de salud que continuaron en este 2023. Estando fuertemente medicada la Madre supuestamente habría dicho a la monja que la cuidaba y al vicario general de Fort Worth lo del pecado contra sexto. Pero, según reporta The Pillar, “fuentes cercanas al monasterio dicen que la ‘revelación’ de la monja fue vaga e inconsistente, y [que era] el resultado de la anestesia y otros medicamentos”. “Tienes que entender”, dijo una fuente a The Pillar, “ella estaba entrando y saliendo de la lucidez”.
También se está cuestionando si el pecado alegado constituiría de hecho un delito canónico, o un motivo de destitución de la vida religiosa.
En documentos dados al monasterio Mons. Olson afirma que su investigación se hace en consideración al canon 695 del CIC, el cual afirma que los miembros de una orden religiosa pueden ser despedidos si han cometido ciertos delitos canónicos. Entre estos delitos están los actos sexuales públicos o coercitivos realizados por clérigos. Pero resulta que la Madre Teresa Agnes es religiosa, no clérigo.
Por en cuanto, el abogado de las religiosas dice que continuará con el litigio, “de acuerdo con la ley del estado de Texas, a la que está sujeto el obispo Olson”.
“Las acciones injustas, ilegales e inmorales tomadas por el obispo Michael Olson en este asunto han sido reseñadas explícitamente en las últimas semanas, y el decreto emitido por la Iglesia Católica desde la Ciudad del Vaticano no cambia ninguno de los hechos del caso”, afirmó el abogado, según reporta The Pillar. (Saúl Castiblanco/ Gaudium Press)
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