Mons. Paglia, las píldoras y las verdades de Cristo y su Iglesia que no pasarán

La Pontificia Academia para la Vida emite comunicado sobre las declaraciones de Mons. Paglia acerca del suicidio asistido.

Foto: Arun Ja en Unplash

Redacción (25/04/2023 21:07, Gaudium Press) Tras el escándalo, que aún muchos consideran más que justificado, a raíz de las declaraciones de Mons. Vincenzo Paglia el 19 de abril en el Festival Internacional de Periodismo de Perugia, cuando dijo que “no hay que descartar que en nuestra sociedad sea factible una mediación legal que permita la asistencia al suicidio en las condiciones especificadas por la Sentencia 242/2019 del Tribunal Constitucional”, la Sala de Prensa de la Pontificia Academia para la Vida (PAV) ha emitido un comunicado intentado aclarar el sentido de esas afirmaciones y prevenir las “interpretaciones incorrectas” del pensamiento del Arzobispo.

Dice el comunicado de la PAV que “Monseñor Paglia explicó que a su juicio es posible una ‘mediación jurídica’ (ciertamente no moral) en el sentido señalado por la Sentencia [de la Corte Constitucional italiana 242/2019], manteniendo el delito y las condiciones en que se despenaliza, en cuanto la misma Corte Constitucional ha pedido al Parlamento que legisle”.

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Igualmente afirma el comunicado que “Mons. Vincenzo Paglia, Presidente de la Academia Pontificia para la Vida, reitera su ‘no’ a la eutanasia y al suicidio asistido, en pleno apego al Magisterio”.

Las píldoras de fe y el magisterio

No obstante, justamente el tema no es tanto que el presidente de la Pontificia Academia para la Vida haya afirmado la posibilidad (que ahora se nos dice político-legal, mas no ética-moral) del suicidio asistido, o haya tenido un lapsus, o haya sido malinterpretado, sino que lo que varios observadores más realzan es que Mons. Paglia hace estallar en su base la noción de “Magisterio”.

Efectivamente, en la parte inicial de su intervención, el Arzobispo había dicho que “la Iglesia Católica no tiene un paquete de verdades pre-confeccionado, como si fuera una distribuidora de píldoras de verdad. El pensamiento teológico evoluciona en la historia, en diálogo con el Magisterio y la experiencia del pueblo de Dios (sensus fidei fidelium), en una dinámica de enriquecimiento mutuo”.

La segunda parte de estas aseveraciones podría incluso ser bien interpretada, pues el Arzobispo menciona “el Magisterio” como un elemento a tener en cuenta en la ‘evolución teológica’, aunque también comete una imprecisión en donde dice “en diálogo con el Magisterio”, cuando debería decir “en fidelidad al Magisterio”. Han sido numerosas las directivas de los Papas a los teólogos, en el sentido de que el magisterio bi-milenario de la Iglesia debe ser su norte.

Entre tanto, es la primera parte de las aseveraciones del Prelado la que es TNT puro contra el Magisterio, pues este es justamente aquello que la expresión peyorativa del Arzobispo dice que no existe: un conjunto [paquete] de verdades y enseñanzas que la Iglesia -a lo largo de más de dos milenios de existencia [pre-confeccionado]- ha ido profiriendo en fidelidad con el depósito de la fe dejada por Jesucristo . Y si no existe este conjunto de verdades [píldoras de verdad], pues justamente de ahí se deriva la posibilidad de una evolución del pensamiento teológico que puede llegar a ser absoluta, incluso hasta la permisión del suicidio asistido como la insinuó Mons. Paglia, aunque ahora la sala de prensa de su Academia quiera enmendarle la plana.

Si los innúmeros pronunciamientos magisteriales anteriores contra el suicidio asistido no pasan de ‘píldoras’ de ‘meras opiniones’ y no son manifestaciones de la fe verdadera de la Iglesia, pues el todo es igual a la nada, el blanco es igual al negro y el cielo igual que el infierno. Al negar la existencia de estas ‘píldoras’ de fe, Mons. Paglia lo que está negando es el Credo, y aún el propio “principio de contradicción”, ese principio base de la mente humana, que distingue el ‘ser’ del ‘no ser’, lo blanco de lo negro, la verdad del error. El propio principio de contradicción es un productor de ‘píldoras de verdad’.

Más importante aún: negar la existencia de esas susodichas ‘píldoras de fe’ es lo total contrario a un Dios Humanado que dijo de sí mismo: “Yo soy el Camino, la Verdad, y la Vida”.

Es Cristo y su doctrina no la ‘píldora’ sino la Roca fundamental, no pre-confeccionada sino Eterna, que no evoluciona con el vaivén de los tiempos, sino que un día sentenció que “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt 24, 35).

Todo pasará, incluso este caos doctrinario que estamos sufriendo y sus corifeos, pero la verdad de Cristo permanecerá.

Por Saúl Castiblanco