El Arzobispo castrense de los EE.UU. fue escogido para el próximo periodo de tres años.
Redacción (16/11/2022 09:10, Gaudium Press) Como nuevo presidente del episcopado de los EE.UU. ha sido escogido Mons. Timothy Broglio, quien es el Arzobispo castrense de ese país. Su periodo es de tres años. Él ya fue secretario de la Conferencia de Obispos Católicos de los EE.UU. por tres años. La votación que eligió a Mons. Broglio fue de 138-99. Como vicepresidente fue elegido el Arzobispo de Baltimore, Mons. William Lori.
Mons. Broglio se ha distinguido en ser un firme defensor de la vida humana desde su concepción hasta la muerte natural. El año pasado dirigió la Vigilia anual por la Vida en la Basílica del Santuario Nacional de la Inmaculada Concepción en Washington, D.C., para lamentar el aniversario de Roe contra Wade.
Mons. Broglio tiene 70 años. Recibió un bachelor’s en estudios clásicos en el Boston College, y luego otro en sagrada teología y un doctorado en derecho canónico de la Pontificia Universidad Gregoriana.
Ordenado sacerdote para la diócesis de Cleveland en 1977, vuelve luego a Roma para estudiar en la Pontificia Academia Eclesiástica, donde se forma el cuerpo diplomático de la Santa Sede.
De 1990 a 2001 Mons. Broglio fue secretario personal del Cardenal Angelo Sodano. En el 2001 Mons. Broglio fue nombrado nuncio en República Dominicana, y delegado apostólico en Puerto Rico.
En el 2008 fue instalado como el cuarto Arzobispo de los Servicios Militares de los EE.UU. y ha estado en este ministerio por 14 años, del cual afirmó que ha sido “muy enriquecedor y gratificante”. El año pasado se pronunció en contra de obligar a los militares a ser vacunados por encima de su conciencia.
Cuando la administración Clinton aplicó su política “No preguntar, no decir”, sobre las declaraciones públicas de los soldados acerca de sus orientaciones sexuales, Mons. Broglio vio la posibilidad de una amenaza a la libertad religiosa:
“Existe una agenda para obligar a todos a aceptar como normal y positivo un comportamiento contrario a las normas morales de muchas religiones, incluida la Iglesia Católica”, dijo a CNA en ese momento. “Si bien las fuerzas armadas nunca obligarán a un sacerdote o ministro a actuar en un cargo oficial contrario a sus creencias religiosas, existe el peligro de que enseñar preceptos morales objetivos o tratar de formar jóvenes en la fe pueda malinterpretarse como intolerancia. Entonces, de hecho, la libertad de religión se vería comprometida”.
Con información de CNA e Infocatólica
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