Deplorable es la dureza del corazón humano, que muchas veces sólo piensa en el presente y no se prepara para el futuro.
Redacción (29/05/2023 15:37, Gaudium Press) “Si no estás preparado hoy, ¿cómo estarás preparado mañana? El mañana es incierto, quién sabe si llegarás…
Por la mañana piensa que no llegarás por la noche; y por la noche, no cuentes con la posibilidad de llegar al día siguiente. Por lo tanto, anda siempre preparado y vive de tal manera que la muerte nunca te sorprenda desprevenidos.
Pues muchos mueren de repente y sin previo aviso; porque “el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no pensáis” (Lc 12,40). Cuando llegue esa hora extrema, comenzarás a juzgar toda tu vida pasada de una manera muy diferente y te arrepentirás mucho de haber sido tan descuidado y relajado.
Puedes hacer mucho bien mientras estés bien de salud, pero no sé qué serás capaz de hacer cuando estés enfermo (…).
Es mejor prever a tiempo las buenas obras y enviarlas adelante de ti, que esperar la ayuda de otros.
¡Ánimo, hermano! No te imaginas de cuántos peligros y de cuánto miedo podrás librarte, si ahora piensas siempre en la muerte con miedo y desconfianza. Aprende ahora a morir al mundo, para comenzar a vivir con Cristo”.
Cf. TOMÁS DE KEMPIS. Imitación de Cristo. São Paulo: Cultor de Livros, 2019, p.83.
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