Los vehículos escoltaron la imagen por el Paso de Agua Negra, en la Cordillera de los Andes, a más de 4.700 metros de altura.

Foto: Screenshot Instagram
Redacción (31/12/2025 16:03, Gaudium Press) El sábado 27 de diciembre, una caravana histórica de 150 autos escoltó a la Virgen del Rosario de Andacollo, procedente de Chile, desde la Aduana Argentina hasta la ciudad de Rodeo, en la provincia de San Juan (Argentina), después de atravesar la Cordillera de los Andes, a más de 4.700 metros de altura.
Donada por Cristhian Montaño, un fiel de Vicuña (Chile) que desde hace tres décadas visita la ciudad de Rodeo, la imagen fue escoltada por la caravana de autos hasta llegar a su destino en Argentina, luego de cruzar el Paso de Agua Negra.
De este modo, la llegada de la imagen de la Virgen, que despierta gran devoción en Chile, se convirtió en una fiesta para los católicos de San Juan, que acompañaron el momento con el agitar de sus pañuelos y las bocinas de sus autos.
El traslado de la imagen a través del paso fronterizo fue coordinado por miembros de la comunidad de Rodeo y transmitido en vivo en el programa radial Bajo el Alero, por lo que los fieles de San Juan pudieron seguirlo desde sus hogares.
Montaño reconoció que siempre le llamó la atención “la gran devoción que hay en la Iglesia, en Rodeo y en Angualasto, por la Virgen de Andacollo, incluso de gente que nunca pudo venir a Chile”. “Ahí dije: algún día les voy a traer una imagen”, relató Montaño al Diario La Provincia SJ.
En una reciente visita al Santuario de Andacollo —ubicado en igual latitud que Rodeo, pero del lado chileno— Cristhian compró la imagen y la hizo bendecir por el párroco del lugar. La imagen de la Virgen permanecerá en el Barrio San Luis al cuidado de la familia Morales y del Club Deportivo Andacollo.
Montaño aseguró que lo importante “es que la cuiden y que tengan fe. Que la cordillera no nos divida como seres humanos, sino que nos una a través de la fe”.
La Virgen de Andacollo
La advocación de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo nació en Chile en 1549, cuando la Santísima Virgen habló a un indígena llamado Collo desde una imagen dejada por los españoles cuando éstos huyeron a causa de una rebelión de nativos.
Según la tradición, el indígena que halló la imagen escuchó la voz de la Madre de Dios, quien le dijo “Anda, Collo, invita a tu pueblo a conocerme y a conocer el verdadero Dios”.
Ante esta revelación, los indígenas comenzaron a venerar a la Santísima Virgen y los españoles edificaron una capilla en su honor a su regreso, dando inicio a la devoción que hoy inspira a numerosos devotos.
Desde entonces, la imagen de la Virgen, comúnmente llamada “Chinita”, es considerada protectora de los mineros que trabajan el oro en la zona chilena.
Su “fiesta grande” se celebra en diciembre con la concurrencia de miles de peregrinos y danzas de “Chinos”, bailarines que rinden homenaje con trajes coloridos, flautas y bombos, representando a los mineros. La “fiesta chica” es el primer domingo de octubre.
Su imagen principal se venera en la Basílica de Andacollo, construida a finales del siglo XIX y declarada Monumento Nacional.
Con información de Aciprensa.





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